Quienes me inspiran a seguir

sábado, 30 de enero de 2016

30 días, 30 relatos - Día 25

25.- Tema: Agua (escribe lo que sea que te venga a la mente que involucre agua).




Sentía como si se estuviera ahogando. Como si la hubieran arrojado a un lago y ya no pudiera respirar, porque el agua se metía dentro de su nariz y boca, yendo por su garganta directo a los pulmones. Se estaba ahogando, y no podía gritar por ayuda. No podía emitir ningún sonido porque el agua oscura, turbia, se lo impedía. Y le ardían los ojos, no podía ver más allá de manchas borrosas y ondulantes en esa oscuridad acuosa.

—¿Estás bien?

Ella salió de su ensoñación, mirándolo de repente. No había cambiado, seguía siendo ese estúpido sonriente que la miraba como si fuera un chiste andante, a pesar de que ya no tenía ese derecho.

—¿Por qué no lo estaría?

Su típica respuesta evasiva. Él la miró atentamente, con sus ojos fijos en la sonrisa forzada de sus labios rojos. Y a ella no le importó. Aún se ahogaba, aún el agua llegaba directo a sus pulmones, y no sabía cómo nadar lejos de allí con los pesos gigantes que se habían agarrado a sus tobillos y a su corazón.

—Dime.

—No.

—Dime.

—Que no.

—¿Por qué no?

Ahí estaba la pregunta. La misma pregunta de siempre. La misma pregunta pero sin el ánimo de la insistencia. Ahora estaba en el fondo del lago, sin posibilidad de escapar.

—Porque eso es lo bueno de que rompieras conmigo —escupió, sin apartar la sonrisa de sus labios—. Ya no tiene que importarte y yo no tengo por qué decirte.

Y se fue... aún ahogándose por dentro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario