Quienes me inspiran a seguir

jueves, 24 de noviembre de 2011

Cuchillo




Abrió el libro en una página cualquiera y comenzó a leer, hastiada en realidad de solo tener que hacer eso para poder desconectar su mente de la realidad. Porque vivir en el mundo real era tan doloroso para ella que prefería, aunque se cansara, abrir un libro y perderse en sus páginas, en las oscuras letras en las cuales, en más de una ocasión, encontraba dibujos de un mundo perfecto lleno de sueños, de colores y de cosas de las cuales él le hacía perder la ilusión. Por eso ella ya no se ilusionaba, porque sabría que cuando le arrancaran la esperanza de las entrañas otra vez, todo su mundo se sumiría en una nueva y más profunda oscuridad. Y no creía poder con todo ello...

Jugueteó entonces con el arma entre sus dedos pálidos, frios y temblorosos, dudando en su siguiente paso. Siempre había querido hacer algo así, lo había soñado tantas veces que el hecho de estar decidida a por fin hacerlo le resultaba casi como el sentimiento de aquel niño que está a punto de recibir su primer golosina de la vida. Temblaba de emoción gélida al sentir, por primera vez en mucho tiempo, que podría ser libre otra vez. Sus ojos continuaron viajando por las líneas que se extendían infinitas frente a ella mientras los dedos de su mano izquierda, de manera temblorosa y torpe se asían al mango del arma letal con la que tantas veces había cortado los vegetales. Una sonrisa se formó en sus labios, torcida y sin gracia cuando leyó la muerte de su personaje favorito mientras la hoja del arma viajaba por toda la extensión de su antebrazo derecho. No sintió dolor.

Cambió el arma de mano luego de voltear la página y suspiró, notando que había ensuciado buena parte de lo que sería su próxima lectura, pero no le importó tanto cuando, en sus últimas palabras el valiente joven le decía a su amada que siempre había sido en serio que daría la vida por ella. Mientras las palabras de emoción por la lectura se atragantaban en su sistema, la mano derecha que ya casi no tenía fuerzas asió el mango del arma y pasó rápidamente y sin demora la hoja por la extensión de su brazo izquierdo. Limpió luego una lágrima fugitiva manchando así su normalmente arrebolado rostro, ahora pálido por la pérdida de sangre con el líquido carmesí que manaba desde las heridas, extendiéndose por su pálida piel.

Ella suspiró otra vez, sonriendo pues el frio ya no le molestaba tanto mientras dejaba el arma sobre las páginas abiertas del libro, manchando de carmín todo lo que a su paso estaba. Cerró los ojos pensando en su amor imposible de niña tonta y sumisa y deseó que, al otro lado del portal de fuego que se extendía frente a ella, estuviera lo que tanto ansiaba.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Fuego y Hielo



Ella:

Una vez me dijeron que era como el fuego. Que quemaba con tanta fuerza que podría derretir los corazones de quienes me rodeaban con solo una mirada, pero yo no les creí al principio, más ahora veo a qué se referían.

No puedo controlar la forma en la que te observo, la forma en la que mis ojos te siguen sin poder contenerlos, sin poder hacer más que rehuir la mirada cuando me encuentro sorprendida mirándote con tanta ahínco. Y no puedo tampoco dejar de observarte, no puedo dejar de ser fuego porque eso es lo que soy. Sé que no te gusta el fuego, lo siento, no puedo controlarme. ¿Podrás amar a esta pobre alma que quema, sin querer lastimar a los demás? ¿Podrás amarme aún sabiendo que puedo destruirnos en el proceso? ¿Podrás decirme que me amas y luego soportar la explosión de sentimientos mientras yo ardo, sabiendo que no puedo evitar destruirte?

Lo siento, hielo. Te amo demasiado y no puedo permitir que por ser tan diferentes eso nos separe. Estaré contigo aunque eso enfríe mi piel ardiente y apague mi corazón en llamas.

Él:

Siempre que me observas siento que me quemo, y sé que no puedes evitarlo pues tu inocente y torpe manera de ser es así. Y es que tú sabes que estoy hecho de hielo, querida, sabes que no puedo estar cerca de ti sin consecuencias.

Yo tampoco puedo controlar la forma en la que te quiero, con este amor gélido que me domina, con este frio que cala los huesos y las almas de quienes quieren acercarse a mi alma serena y pausada en el tiempo y el espacio. Mi alma ha estado tanto tiempo herida, la sangre ha manado tanto de allí que todo el calor terminó por esfumarse solo para dejar en ese lugar un pozo translúcido transformado en máscara de imparcialidad, de inexpresión, de mil cosas que jamás nadie sabrá. ¿Podrás perdonarme por las lágrimas que te haré derramar? ¿Podrás perdonarme por querer alejarte de mi de manera inevitable, solo por verte brillar un poquito más y un poco más que el sol, también?

Lo siento, fuego. No puedo permitir que te apagues mientras tu calor me derrite, no puedo permitir que tu sonrisa sea nublada por el vapor en el que me trasformaré si me mantengo cerca de ti.

Ambos:

Nuestro destino es estar tan cerca como para matarnos o estar tan lejos como para morir de ausencia del otro...

lunes, 21 de noviembre de 2011

Francotiradora

A ella le gustaba sentirse de aquella manera. Al enfocar la vista en la lejanía podía decir con orgullo que, como decía el dicho: "Donde pone el ojo, pone la captura", y es que más orgullosa de sí misma no iba a sentirse por las emociones que en ese momento la embargaban, esa adrenalina del segundo cuando su dedo tenía que aplicar la fuerza justa para que la mano no le temblara. Siempre que un trabajo terminaba bien hecho ella podía decir, con sumo orgullo...

Me encanta hacer una foto y sentirme como un francotirador...

Antes de guardar su cámara y suspirar, saboreando el momento post-victorioso que se había ganado luego de haber tomado una excelente fotografía.

Ella amaba su trabajo de francotiradora, sobre todo si el gatillo era el botón, el "bang" el sonido del obturador y, por sobre todo, la mira telescópica era nada más y nada menos que la lente que podía cambiarse, tal y como le gustaba.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Inocente




No soy de odiar porque soy inocente
Y mi inocencia no es de las que se palpan
Es de las que piden un hambre de consuelo
Y una sed de desesperación

En las avenidas me ven como sombra vacilante
Y pido una limosna de tu cariño en mi cuerpo
Porque soy inocente y necesito protección
Y además pido un poco de amor

Me miras y dices que soy inocente
Que soy tierna y que se querer de verdad
Pero sabes que es falso, que es mentira
Y que yo jamás sabré querer de verdad

No quieres ver más allá de esta fachada
En esta mascarada en la que te obligo a bailar
Y no te importa seguir mi ritmo para complacer
A esta inocente muñeca de cristal

viernes, 18 de noviembre de 2011

Congelado

... Princesa cautiva, guardiana de almas, ¿porqué te haces esto? Si más allá de tu placer está mi perdición, si más allá de mi placer está tu destrucción...

Y la destrucción de tu congelado corazón...



Ella comprendía, claro, no era tan estúpida como todos pensaban, solo ponía cara de no entender la mayoría de las veces porque era su modo habitual de protegerse de todo lo que la rodeaba, incluso de las personas que querían acercarse a ella con verdaderas intenciones de ayudarla y de estar con ella de manera incondicional. Y es que simplemente no podía evitar ser así, estaba aterrada, realmente aterrada en el fondo de su corazón.

—Bueno, creo que entendí mal entonces —dijo ella con una amplia sonrisa cruzando su rostro. En el fondo solo tenía deseos de llorar, pero si lo hacía todo su teatro tan bien preparado se iría a la mierda. Suspiró profundamente y besó la mejilla de él con cuidado antes de voltear—. Tengo que irme, nos vemos otro día.

Él no dijo nada, ella ya estaba a dos metros de él cuando había terminado de hablar y, al hacerlo, había echado a correr como si el mismísimo diablo la estuviera persiguiendo. Ella corrió, corrió con todas sus fuerzas esperando que el viento de aquella tarde noche se llevara las lágrimas de sus ojos empañados por el llanto inminente. No quería llorar, no quería hacerlo por nada del mundo, no quería mostrar con sus ojos lo que tan bien era capaz de ocultar su expresión. Y mientras corría maldijo sus ojos expresivos, maldijo su suerte, maldijo el toque de queda y se maldijo a sí misma, esperando que el correctivo de aquella noche le sacudiera lo que sentía del alma.

Al llegar a su prisión nocturna él la esperaba, pero no era él, sino él. Sus ojos como el ébano profundo la observaban casi con gula, con sádica felicidad y ella dejó de correr solo al divisarlo porque de pronto cada fibra de su ser temblaba con una ferocidad tormentosa. Él la observaba apretando los puños y relamiéndose los labios, ansioso. Ella terminó en un minuto de acortar la distancia entre ellos hasta que solo un par de pasos los separasen y bajó la vista a sus pies, como si de pronto fueran lo más interesante del mundo. Las manos de él la asieron con fuerza bruta, empujándola dentro de un sombrío hogar y ella siquiera lucho, pues tenía muy bien entendido que de hacerlo podría morir.

Las horas siguientes para ella fueron agonizantes. Él la poseyó una y otra vez con fuerza, con brutalidad, haciéndola gritar del dolor, desgarrando su cuerpo y su alma con sus manos ennegrecidas por el mal, pero ella no se defendió, solo accedió a todas sus bajas peticiones sin derramar lágrima alguna, solo gritando por el placer que aquello le causaba a esa bestia, haciendo así su tormento un poco más corto de lo habitual. Cuando él, la bestia, se hubo marchado, ella se hizo un ovillo en el destartalado lecho...

Y lloró...

Y mientras lloraba sentía que su cuerpo era envuelto por un frio ultra-terrenal, místico, más su cuerpo no temblaba por culpa del frio, incluso la hacía sentir ligeramente reconfortada, segura. Ella dejó que ese frio la dominara, dejó que la llenara por completo hasta concentrarse en su pecho como un cubo gélido que pesaba. Y de pronto el peso en su pecho se hizo tan insoportable que, con sus largas uñas, ella desgarró con un grito la piel que protegía su corazón, abriendo los músculos y las costillas, rompiéndolo todo hasta llegar a aquella cadente latencia que comenzaba a apagarse lentamente.

—Corazón, ¿sigues latiendo? —dijo ella, mirando su pecho desgarrado. El corazón latió fuertemente una vez— Ah, genial, bien por ti...

Decidida y sin piedad ella tomó el corazón que se congelaba con sus manos y lo arrancó fuertemente de su pecho, salpicando sangre azul en todas direcciones, manchando todo lo que la rodeaba, incluso a sí misma. Y su cuerpo comenzó a curarse de las heridas rápidamente, el agujero desgarrado que era su pecho también se cerró al tiempo que su corazón comenzaba a ser rodeado por capas y capas traslúcidas de hielo, que serían la prisión de su ahora separado y congelado corazón.

Al acabar el ritual ella se levantó, se vistió con la destreza de un felino y con la lentitud de un oso perezoso, tomó entre sus manos frías el cubo que guardaba su corazón y salió de aquel sombrío lugar, con las lágrimas hechas perlas de cristal rodando por sus mejillas. Caminó largos minutos hasta llegar a aquel lugar, donde se sentó suavemente y se quedó allí, muerta, insomne, sin saber qué hacía allí pero sabiendo que no tenía otro lugar al que ir. Días pasaron en la que la soledad era su única compañía, y a ella no le importó hasta que, en el horizonte anaranjado, vio la silueta recortada de él, que se acercaba a ella.

—¿Qué te sucedió? —fue lo primero que él le dijo. Ella sonrió cual niña pequeña, encogiéndose de hombros.

—Nada, estoy bien —susurró con su voz de trino congelada, de pajarito asustado, levantando la prisión de hielo que contenía su corazón—. Mira, ¿te gusta?

—Eso... Es un corazón... —tartamudeó él, ella sonrió más ampliamente, pero la felicidad no llegó a sus ojos— ¿Es tuyo?

—Si, ¿te gusta? —insistió ella, suspirando ante el rostro acongojado de él, que se sentaba a su lado.

—Está congelado... —dijo él, y ella se resignó a que nadie jamás comprendería.

Dejó su congelado corazón en el suelo y se marchó sin mirar atrás. Habían pasado días desde su último encuentro con él, con la bestia, seguro estaba muy enfadado y seguro, también, aquella noche sería infernal. Pero no le importó, pues su corazón estaba congelado y a salvo de romperse otra vez.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Más sobre Música

¡Hola de nuevo!

Primero que todo y antes que nada quiero agradecer a todas esas personas que pasan por este humilde Blog a leer los desvaríos que aquí pongo. ¡Gracias por subir el contador de visitas por sobre los 14 mil! ¡Eso me pone tan contenta!

Y bueno, otro Update personal:

Hice hace un tiempo el 30 Días — 30 Rolas y me divertí bastante haciéndolo, así que he decidido hacer ahora un Meme Musical [cortesía del Blog de Blackrose]. La cosa va en contestar preguntas pero solo con títulos de canciones. ¿A que suena bien?

Como sea, sin más preámbulos... ¡Meme Musical!



¿Eres hombre o mujer?:
When You Love A Woman —Journey

Descríbete:
El Guardián — Saratoga

¿Qué dicen las personas de ti?:
Shy — Sonata Arctica

¿Cómo te sientes?:
Felicidad Absurda — Stravaganzza

¿Dónde vives actualmente?:
Valparaíso — Osvaldo Rodriguez

Si pudiera ser otra persona:
Eagleheart — Stratovarius

Forma de transporte favorita:
Mi nombre es Rock n' Roll — Mago de Oz

Tus mejores amigos:
Tulipán — Amaia Montero

Tu color favorito:
Rojo Fuego — Saratoga

Cómo está el clima:
Rain — Bôa

Momento favorito del día:
Noche — La Oreja de Van Gogh

Si tu vida fuera un programa de T.V, ¿cómo se llamaría?:
So What — Metallica

Tu regalo de cumpleaños ideal sería:
Stay With You — Goo Goo Dolls

¿Qué es la vida para ti?:
The Islander — Nightwish

Buscando:
Buscando el Perdón — Saratoga

No te importaría:
Open Arms — Journey

Tu miedo:
Spider — System of a Down

¿Cuál es el mejor consejo que puedes dar?:
Don't Stop Believin' — Journey

Si pudieses cambiar tu nombre, ¿cuál sería?:
Letter to Dana — Sonata Arctica

Pensamiento del día:
I'm Not Afraid — Lacuna Coil

¿Cómo te gustaría morir?:
Intoxication — Disturbed

Condición presente del alma:
Stricken — Disturbed

Mayor secreto:
For What It's Worth — The Cardigans

¿Cómo describirías tu relación anterior?:
Thank You Pain — The Agonist

Describe tu actual relación:
Nada Como Tú — Warcry

¿Dónde quieres estar ahora?:
Flag In The Ground — Sonata Arctica

¿Cómo es tu vida?:
The Escapist — Nightwish

¿Qué es lo que más necesitas?:
Fe — Saratoga

Una frase sabia:
El Tiempo Curará — Leo Jimenez

Tu lema:
I Wont' Tell You — Lacuna Coil

Y bueno, acá termina. Besos a todos y eso... ¡Me fui!

martes, 15 de noviembre de 2011

Noticia — Final de Juegos de Amor




Y bueno gente, hoy he publicado el epílogo de la segunda temporada y final (creo) de Juegos de Amor. Espero que hayan disfrutado leer aquella historia, siguiendo los pasos de Lise y Scarlett junto a los chicos de Dragons, llorando y riendo con sus dichas y penas.

¡Hasta otra historia romántica, amigos!

¡Besos a todos!

P.S: Guapa (sí, tú sabes que me refiero a ti), gracias por la idea, por tu apoyo y por todo.

P.S 2: Mabel, te debo tu aparición allí xD

Lazos de Sangre [Desvaríos de una chica asustada]




Una noche de tormenta, en que los truenos la hacían temblar de terror, ella tomó una hoja arrugada de papel, un lápiz que escribía cada vez más mal y trató de sacar lo que sentía en ese momento. Sus palabras fueron algo así:

Siempre me noté diferente frente a las personas relacionadas con el lado materno de mi línea de sangre. A veces notaba como los ojos de mi madre, aquellos hermosos ojos que yo quise heredar más de una vez, esos hermosos ojos negros como una joya oscura y maligna me observaban casi con asco, casi con dolor cuando yo le dirigía, si acaso, una palabra de afecto.

Creo que en el fondo de mi corazón yo lo sabía, era consciente de lo que sucedía, solo que esperaba que alguien me lo confirmara para poder sentirme firme y terca, para poder luego reprochar y sacar cosas en cara a otras personas, a aquellos que son culpables de lo que ahora siento. Y dicen que la verdad duele, pero más duele cuando la confianza que se ha depositado en otros es tan fuerte y firme como la roca enterrada más profundamente en la base de los cimientos de un edificio de cincuenta plantas.

Y cuando la roca se triza, todo se va abajo...

Los lazos familiares, los lazos de sangre, son completamente iguales, siguen la misma temática, la misma línea que la confianza y el anterior ejemplo de la roca. Cuando en una familia hay suma confianza, ¿no es normal comentar dentro del núcleo familiar las cosas que sucedan? ¿Y no es más importante aquella comunicación cuando uno mismo está implicado en ello? Creo que así es, y ahora me doy cuenta de ello. Aunque no todas las personas piensan como yo, claro está, a veces el amor familiar es tan egoísta que se guardan secretos "por mejor" dentro de la familia, que en lugar de mentir se dicen "medias verdades", pero no importa si la intención no ha sido mala, el resultado final en el sentimiento sigue siendo igual de catastrófico.

Estoy asustada por lo que pueda pasar luego...


—Kashiri, sal de debajo de la cama, por favor —escucho la voz de uno de mis primos llamarme, al tiempo que las luces en la habitación en la que me oculto se encienden.

Salgo a regañadientes de debajo de la cama. La tormenta ya cesó, pero aún me tiembla el cuerpo por el recuerdo de los truenos en mi memoria. Creo que soy más cobarde de lo que pensé. Garrett me pasa una manta por sobre los hombros y me obliga luego a sentarme a su lado mientras seco, disimuladamente, los residuos de las lágrimas en mis mejillas.

—¿Qué te pasa, Ka-chan? —susurra Kebi, arrodillándose frente a mi y mirándome con dulzura.

Meneo la cabeza en negación antes de sonreír, arrugando el papel que tengo en mi mano. Lo que siento ahora me lo llevaré a la tumba, no quiero que malinterpreten lo que siento como si pensara que de verdad ellos son personas que no merecen mi confianza. Creo que de todas las personas que conozco, solo ellos dos me han demostrado que de verdad puedo confiar en eso que llamamos "familia".

martes, 8 de noviembre de 2011

Herido

Ambos se habían herido, él lo sabía, tenía plena consciencia de ello, pero ella quería echarse como siempre la culpa, ser la mártir de la situación, volver a ser la reina del drama que había conocido solo meses atrás.

Su relación había sido tan intensa como fugaz, llena de altos y más altos, haciendo de la caída un golpe tan duro como esperado, pero ambos habían sido lo bastante ciegos como para no verlo venir. Él sabía que podían arreglar las cosas, pero mientras ella no se calmara no podría hacer nada para que las cosas entre ellos volvieran a ser estables, aunque ya no estuvieran más juntos.

—Cantemos una última vez —le dijo él, tomando su mano suavemente sobre la dura madera de la mesa que estaba entre ellos.

El local donde siempre se habían visto estaba igual, con su bohemia habitual, sin enterarse de la ruptura que la pareja estaba sufriendo. En una mesa distante, una mujer observaba.

—Nunca cantamos juntos, esta no será la primera vez —gruñó ella, soltando el agarre de su mano y bebiendo un trago de cerveza.

Siempre tan orgullosa, siempre tan altiva cuando se sentía amenazada. ¿Porqué lo hacía? Él la recordaba como una chica dulce y amable, no como una fría máscara de hielo. Ella siempre se había comportado bien con él, con todos, pero ahora estaba distinta, muy distinta.

Y era culpa de ambos.

—Cantemos —insistió él, ayudándola a levantar aunque ella le miraba con mala cara.

Ignoró los suaves tirones que ella daba mientras caminaban hacia quien apuntaba la lista de personas que querían ocupar un puesto en el escenario, susurrando en voz baja la canción que deseaba sin que ella fuera capaz de escuchar lo que seguía. Luego la asió de la cintura, abrazándola suavemente y esperando que el tiempo pasara rápido mientras la tenía entre sus brazos. Sí, él aún la quería, la quería mucho pues ella le había marcado profundamente así como él sabía la había marcado a ella en su alma, pero el amor se hallaba sellado profunda y firmemente desde el mismo momento en que se habían comenzado a distanciar. Aún no podía descubrir el porqué se habían alejado, pero lo habían hecho y ya no se podía volver atrás.

Ella se quedó inmóvil entre sus brazos, sintiendo los latidos del corazón de él con fuerza. Le amaba, le amaba mucho, pero habían encontrado la forma de asesinarse mutuamente sin quererlo. Y lo sentía.

Les llamaron al escenario y subieron suavemente. Él solo se posicionó tras uno de los micrófonos sin mirar a nadie en particular, más ella se encontraba realmente nerviosa por lo que estaba a punto de pasar. Cerró los ojos y la música que comenzó a sonar le hizo dar un vuelco al corazón. Dirigió su mirada hacia él un segundo y lo notó con una expresión de alegre nostalgia en sus facciones.

You walk on like a woman in suffering
Won't even bother now to tell me why
You come alone, letting all of us savor the moment
Leaving me broken another time
You come on like a bloodstained hurricane
Leave me alone, let me be this time
You carry on like a holy man pushing redemption
I don't want to mention, the reason I know


Sus voces se hicieron una sola mientras comenzaban a cantar, ambos con la potencia de quién está sumamente lastimado. Una de las voces sonaba con deseos de superar aquello y dejarlo todo como una amistad férrea, como siempre debió ser, pero la otra voz se negaba a dejar marchar el dolor que suponía el recuerdo de lo que juntos habían vivido.

That I am stricken and can't let you go
When the heart is cold, there's no hope, and we know
That I am crippled by all that you've done
Into the abyss will I run


La voz de ella se alzó más aguda y fuerte que la de él, asombrando a los espectadores. No estaba tratando de reprocharle nada, ella había sido sumamente feliz a su lado, pero le dolía que todo hubiera terminado sin siquiera una explicación, sin siquiera una razón. Pero como no hay culpa sin sangre, debía admitir que si en lugar de decir "¿Me amas?" hubiera dicho "Te amo", quizás todo seguiría como antes y quizás hasta mejor.

You don't know what your power has done to me
I want to know if I'll heal inside
I can't go on with a holocaust about to happen
Seeing you laughing another time
You'll never know why your face has haunted me
My very soul has to bleed this time
Another hole in the wall of my inner defenses
Leaving me breathless, the reason I know


Él sentía en lo más profundo la letra de aquella canción, al igual que ella, pero él era duro, él era resistente y él estaba acostumbrado a sonreír aunque por dentro quisiese morir. Sanaría en algún momento, lo sabía, estaba seguro de ello y quería transmitir con su voz lo que sentía. Que ambos podían sanar si así lo deseaban, que podrían ser amigos como al principio aunque la relación fuese tirante de momento. Anhelaba que las cosas fueran como cuando eran amigos.

That I am stricken and can't let you go
When the heart is cold, there's no hope, and we know
That I am crippled by all that you've done
Into the abyss will I run

Into the abyss will I run


Y allí estaban como aquella vez en que habían descubierto que se amaban, pero ahora invocando nuevos sentimientos sobre el escenario. Él le enviaba una dosis de realidad, de lo que él sentía, quería demostrarle también que ella no era la única que sentía pesar por lo que pudo ser y no fue, pero atesoraba esos pocos hermosos momentos que habían vivido juntos. Ella en cambio solo cantaba, como siempre hacía, para sacarse la rabia y el dolor de las entrañas, para nada más.

You walk on like a woman in suffering
Won't even bother now to tell me why
You come alone, letting all of us savor the moment
Leaving me broken another time
You come on like a bloodstained hurricane
Leave me alone, let me be this time
You carry on like a holy man pushing redemption
I don't want to mention, the reason I know


Las emociones se desbarataron lentamente, arrancando lágrimas amargas de melancolía, dolor y pérdida, pero que era necesaria para seguir creciendo más y más como personas, como seres humanos. Serían amigos aunque al principio estuvieran enseñándole los dientes al otro culpa del dolor, por culpa de tener la guardia alta otra vez. Tal vez la relación sería tensa por meses, pero valdría la pena el esfuerzo, él estaba seguro de ello.

That I am stricken and can't let you go
When the heart is cold, there's no hope, and we know
That I am crippled by all that you've done
Into the abyss will I run

Into the abyss will I run
I can't let you go

Yes I am stricken and can't let you go


Bajaron del escenario mientras la música aún sonaba, mientras los aplausos de quienes instalaban la bohemia en el local se alzaban entre el humo del tabaco y el aroma a alcohol. Se detuvieron junto a la entrada del lugar y se miraron a los ojos.

— Adiós —dijo ella, volteando para mirar la calle de enfrente y comenzando a caminar con las manos en los bolsillos.

—Adiós —susurró él, comenzando a caminar calle abajo.

Ninguno de los dos miró atrás...

lunes, 7 de noviembre de 2011

Lujos




Nuestras miradas se cruzaron en ese efímero instante en que, tras el escaparate, te escondías entre las joyas y me extendías con manos temblorosas aquel collar de diamantes. ¡Oh, tan hermosos! Mi mirada había sido capturada por su brillo, por su forma, el tamaño y su perfección absoluta, casi divina. Y tú no dejabas de observarme, o tal vez observabas mis accesorios brillantes, tan lujosos como yo.

—Usted es una mujer de lujo, sin duda —me dijiste al tiempo que envolvías la hermosa gargantilla en su cajita de seda y satén—. Y sin duda una mujer de lujo debe tener una joya igual de lujosa, una que represente todo lo que vale.

Y desee que hubieras mantenido la boca cerrada, pues un plebeyo como tú no tiene derecho a hablarle así a una prostituta con aires de duquesa.

¿Quién dijo que los lujos son solo de la realeza?

viernes, 4 de noviembre de 2011

Into The Blue [Cain's Offering]




Una vez hace mucho tiempo, yo era joven e ingenuo
me atreví a esperar y me atreví a soñar
Una vez hace mucho tiempo, las luces eran más brillantes para mí
este mundo era sólo para mí

Viajé muy lejos desafiando el amanecer
sólo para ver dónde conduce este camino
Mi imprudente búsqueda, ininterrumpida, "sin cicatrizar" fue todo
...y entonces ahí estabas tú

Una vez hace mucho tiempo me sentí perdido sin ti
y la vida me levanto en lo alto y me "secó"
Una vez hace mucho tiempo no sabía qué hacer
solo dentro de mi mente

Tan lejos desde donde hoy estoy
nadie puede alcanzar mi corazón
Hasta el día en que mi oscuridad fue liberada
en la tristeza

Fuera de la oscuridad y en la tristeza
sigo abatido y herido, pero te he superado
por cada cicatriz y cada lágrima que cae
significa que estoy sanando

Dónde estés ahora, ¿estás pensando en mí?
Cuando miras en el espejo, ¿qué ves?
La carga que llevas y el secreto que guardas
recordándote infinitamente

He estado abatido por un tiempo,
pero no te echo de menos...

Fuera de la oscuridad y en la tristeza
sigo abatido y herido, pero te he superado
por cada cicatriz y cada lágrima que cae
significa que estoy sanando

Fuera de la oscuridad, y en la tristeza
donde tu ya no me quieres, y yo no te necesito
aunque estoy deprimido, y aunque estoy destrozado
todavía sigo respirando

Fuera de la oscuridad, y en la tristeza
donde tu ya no me quieres, y yo no te necesito
aunque estoy deprimido, y aunque estoy destrozado
mi corazón... Sigue latiendo.




Nota: Tenía ganas de colgar esta canción, me gusta mucho. Un beso a todos.