Quienes me inspiran a seguir

sábado, 21 de junio de 2014

Lo que no te dije


Querido Rigel:

Escribo esto para comunicarte mi sentir. Otra vez...

Sí, sé que esto comienza más a parecer una broma que otra cosa, pero no puedes decirme que no te lo advertí. Te dije que no sería fácil, te dije que probablemente haría cosas por alejarte. Siempre las hago, es algo que no puedo evitar. Porque tú te acercaste a pesar de mis caras largas y mis gestos e intenciones por alejarte. Mis caras largas que te parecían graciosas, mis gestos que te parecían divertidos y mis intenciones que realmente no eran tan en serio.

Hay muchas cosas de mí que no te he dicho, hay algunas que jamás te diré. No es porque no quiera, sino porque no puedo. O al revés, no estoy segura a estas alturas. Pero lo que sí puedo decirte, lo que necesito aclararte es que a pesar de mis gritos y mis intenciones por alejarte todo el tiempo, en realidad no quiero que te vayas. Pero maldición, estás tan lejos ahora. Siempre fuiste inalcanzable para mí, y ahora lo siento peor y peor. Esta distancia entre tu estrella y la mía parece infranqueable, y siento que voy a perder la cabeza si no me acuno contra tu pecho para dejar de pensar.

Siempre logras hacer que mis neuronas colapsen. Lo detesto, pero es algo necesario para mí.

No quiero depender a este nivel de ti, quisiera en realidad poder dejar de hacerlo, es por eso que, al parecer, me esfuerzo tanto en ser desagradable contigo, haciéndote pagar por mis enojos todo el tiempo. Es algo innato en mí, el ser desagradable. Creo que también te lo había dicho, que por mucho que trato no puedo evitar ser cruel. Al menos dejé de llamarte idiota, ¿cierto?

Hay muchas cosas que no te he dicho aún, partes de mi pasado que no puedo desenterrar ante ti todavía. Tal vez nunca tenga el valor de hacerlo. Y para serte sincera, no sé si podré enfrentar esos demonios algún día. Es una representación muy Quijotesca del asunto, lo sé. Siempre estoy confundiéndote, supongo. Y no espero que me tengas paciencia, incluso aún me pregunto cómo no me has alejado de ti. A veces tengo miedo de que ese momento llegue antes de lo debido sólo por mi absurda forma incontrolable de ser.

Rigel, hay tantas cosas que no te dije, y hay más cosas que no te diré. Realmente no espero que lo comprendas, y mucho menos que tengas paciencia conmigo. No espero nada de ti, por mucho que cueste creerlo. Y si espero algo de ti, será siempre sólo para tu felicidad.

No hay palabras para decir "lo siento". Sólo tengo esto, una pequeña carta llena de acertijos e interrogantes, más de las que sumo cada día a tu mente. Pero créeme, Rigel, que sin importar lo mucho que trate de alejarte, siempre me mantendré construyendo este puente de razones absurdas para que te quedes a mi lado. Porque me di cuenta que quien comenzó con la construcción de esas razones fui yo, y no tú. Y ahora no puedo detenerme.

Sólo dejo en ti la decisión de destruirlo o de ayudarme a llegar a ti. No necesito que los construyas para mí, mis manos son fuertes, pueden hacerlo. Sólo... cree que en algún momento lo lograré. Llegaré a ti de la misma forma en la que tú saltaste todas mis barreras y te instalaste dentro de mi corazón, creando algo de esperanza con tu luz de estrella azul. Una esperanza que pensé no volvería a aparecer jamás tan cerca de mí.

Y eso no está dentro de lo que no te dije...