Quienes me inspiran a seguir

miércoles, 31 de diciembre de 2014

Y bueno...

Otro ciclo se marcha en unas horas y es como si hubiera vivido mil vidas este año. Pero supongo que es normal, ha sido un año largo y lleno de altos (muy altos) y bajos (MUY bajos).

¿Qué puedo decir acerca de este año? Pfff... son muchas cosas. La vida me distanció de personas muy queridas, pero para las cuales creo que yo no era tan importante y no se puede hacer nada con respecto a eso. Recuperé lazos con personas muy amadas y estimadas y de quienes no había tenido noticias (ni ellos de mí) en muchísimos más años de los que me gustaría admitir en voz alta. He mantenido amistad con personas que llevan muchos años a mi lado y a quienes espero mantener junto a mí todo el tiempo que esta existencia de caminos cruzados nos permita. Mi amistad y cercanía se ha afianzado con personas que apenas conocía en estas fechas hace un año, y espero que eso no cambie pronto (más bien espero que no cambie nunca y si lo hace, ojalá que sea para mejor).

Recibí también el regalo más maravilloso que este mundo me pudo dar. El más hermoso y preciado regalo y la alegría que siento debido a ello, a pesar de que mis ahora pocas horas de sueño y mis mucho menores horas para escribir digan lo contrario, es el regalo más TODO del mundo mundial.

Ha sido un buen año, a pesar de todas las cosas. A pesar de los golpes y los tragos amargos, a pesar de los bajos, a pesar de los obstáculos y las montañas que debí escalar. A pesar de todo eso, ha sido un buen año.

Agradezco a la vida y al universo el poder estar aquí ahora escribiendo estas palabras que espero lleguen a todos aquellos que son preciados y amados para mí. Y quiero que sepan, a los que están cada día, a los que están cuando el tiempo lo dispone y a los que ya no están por opción propia pero que continúan visitando este sitio... realmente quiero que sepan que cada día les he enviado luz y amor, fuerzas y energías, ánimo para superar los obstáculos y sabiduría para aprender de los conflictos que tenemos diariamente. Y eso continuará siendo así mientras yo viva.

Y también quiero agradecerles a todas las personas que han formado parte de este año maravilloso, lleno de altos MUY altos y bajos a veces no tan bajos.

Amor para todos. Hasta los textos del próximo año ♥

sábado, 20 de diciembre de 2014

Definición del Amor


Siento que todas las personas se enamoran al menos una vez en sus vidas, pero no porque hayan encontrado el amor, sino por otra razón. Para mí es muy difícil creer en que el amor – del tipo romántico o de otro – pueda existir fuera de nuestras mentes.

Las personas siempre dicen haber encontrado el amor, pero lo que realmente encuentran es a alguien a quien pueden amar. Y entonces deciden amarlos. A veces el enamorarse parece algo completamente involuntario.

Puede que esto sea así, pero solo tanto como el respirar es involuntario. Respiras de forma natural, y amas de forma natural, y a pesar de que no decidas respirar, podrías decidir no hacerlo. Claro, morirás. Pero vivir una vida sin amor es un destino incluso peor que la muerte misma. En realidad las personas no eligen amar; eligen no hacerlo. De nuevo, esto tiene que ver con la persona en cuestión más que con nosotros mismos. Si las personas no tienen las cualidades que nosotros pensamos que podemos amar, entonces no los amamos. Sin embargo, y al mismo tiempo, dado que todo es un asunto de perspectiva, volvemos a nosotros mismos como punto de partida para decidir si alguien vale nuestro amor o no.

Tu perspectiva, tu realidad, tus pensamientos, tus sueños y creencias crean el boceto de qué características y acciones son las que merecen amor.  Puede que no se sienta como que tú estás activamente decidiendo porque tu perspectiva es, principalmente, el resultado de experiencias pasadas que se han convertido en puntos decisivos en tu psiquis, pero la verdad es que tú, la persona que eres como un todo, decides cuánto amor aceptar y a quien serás capaz de amar.

Esta es la única forma en la que puedo explicar el cómo es posible que los individuos se enamoren una y otra vez. Una vez que te has enamorado, lo único que quieres es seguir estándolo. Nos encanta tanto el estar enamorados que, sin estarlo, la vida es aburrida y sin sabor. Sencillamente, la vida ya no tiene sentido. Nos encanta esa primera vez y hacemos lo que podemos para aferrarnos a ese sentimiento de pura felicidad; ese sentimiento de éxtasis. Desafortunadamente, ese sentimiento está destinado a desaparecer.

El sentimiento inicial de enamorarse tiene una vida corta. No porque es imposible amar a alguien de verdad por el resto de vida, sino porque eso que estás sintiendo no es amor realmente.  Es el resultado de los cambios colosales en tu vida y en tu perspectiva que resultan del enamorarse.

El enamorarte cambia la forma en que ves el mundo. Cambia las cosas que consideras importantes y cambia tus visiones sobre tu futuro. Todo porque encontraste a una persona que sientes que vale el dedicarle tu vida. Te sientes de la forma en que te sientes cuando te enamoras porque crees haber descubierto una verdad que antes estaba oculta para ti; una epifanía que cambia tu vida para siempre.

Así que cuando este sentimiento inicial de felicidad se desvanece, y lo hará, probablemente te preocuparás de que el amor está desvaneciéndose también… pero no lo está. Se está acomodando en una fase de descanso. Y esto nos da un susto de muerte. Pasamos de estar volando sobre las nubes a chocar con toda la fuerza contra el suelo, volviendo a la realidad. Es por esto que la mayoría de las relaciones fallan. Aquellos quienes están en relaciones encuntran difícil el sobrevivir a ese estado de reposo y calma. Les cuesta disfrutar la paz y tranquilidad que el amor nos otorga. En vez de eso, buscan su próxima droga, su próxima forma de encantarse, su próxima montaña rusa emocional.

Y las relaciones se terminan. El amor es olvidado. Y continuamos con nuestras vidas, usando todas las cosas que se han vivido, los errores cometidos, y las lecciones que hemos aprendido en nuestra próxima relación.

Al igual que todos los animales, aprendemos de nuestras experiencias. En nuestra infancia aprendemos a diferenciar lo bueno de lo malo, la diferencia entre características buenas y malas, y la diferencia entre las personas buenas y malas. Vivimos experiencias y aprendemos más de nosotros mismos en el proceso. Una vez que llegamos a cierta edad, por lo general cerca de la pubertad, comenzamos a desarrollar nuestro interés por un sexo preferido y, relativamente pronto después de eso, encontramos a nuestro primer amor.

Nuestro primer amor es, casi siempre, un poco superficial. Lo es porque aún no entendemos qué es el amor.  No entendemos su propósito, sus beneficios, su necesidad. Sin embargo, porque somos incapaces de entender lo que no conocemos, lo que aún no hemos experimentado y aprendido,  creemos que el amor que hemos encontrado es el verdadero. Incluso si las cosas no funcionan, seguiremos creyendo que lo que vivimos fue amor porque de cierta forma, lo fue.

Pero luego viene esa otra persona. Encontramos a alguien que lo vale y nos enamoramos. El antiguo amor parece quedar corto en comparación al amor que tenemos ahora. Si no quedara corto entonces este nuevo amor nunca sería el amor que estamos buscando.

Comparamos todo, las personas y el amor romántico incluido, a nuestras experiencias pasadas similares. Todo siempre está siendo comparado y juzgado; es nuestra naturaleza el hacerlo. Y porque siempre estamos buscando avanzar en la vida, siempre buscamos algo más grande, único, más poderoso y más hermoso.

Nuestro primer amor luego ya no se ve tan parecido a “amor”. Ahora que hemos encontrado a alguien de quien nos sentimos enamorados, esa última persona ya no parece llegarle a los talones. ¿Significa esto que tu primer amor no fue realmente amor? Sí y no. Es un tipo distinto de amor. Fue un amor más superficial, simple, y menos informado. Pero amor al fin y al cabo.

Una vez que decides amar, amas. O puesto de otra forma, una vez que no encuentras razones para no amar, amas. No deberías pensar en tus amores anteriores como insignificantes ya que ellos fueron tu mundo entero en algún punto pasado del tiempo, una parte de tu historia, una parte de ti que no deberías olvidar.

¿Significa esto que siempre habrá un amor más grande esperándonos ahí afuera? No. Como todas las cosas, eso también tiene un límite, incluso aunque sean límites de tiempo. La vida no siempre será mejor y no siempre serás capaz de amar más. Eventualmente, necesitarás contentarte con ese estado de calma o arriesgarte a estar solo por el resto de tu vida. Date cuenta de que cuando no estás enamorado es porque así lo decides, y puede que tengas una oportunidad de retenerlo.

Pensaste que tu primer amor era el verdadero. Luego estuviste seguro de que el amor siguiente era el definitivo, que él o ella era la indicada.  Pero luego dejaste de amar. Decidiste seguir buscando, seguir moviéndote, no permitirte a ti mismo el quedarte en ese cómodo estado de calma.

Si sigues así, un día ansiarás esa paz, esa calma, esa felicidad. Ansiarás aferrarte a ese último amor de tu vida porque te darás cuenta que ese era el real.

No tienes más que aprender. No tienes más que necesites experimentar. No tienes nada más que quieras en la vida que ese último, primer amor.

¿Y luego qué?