Quienes me inspiran a seguir

viernes, 1 de julio de 2011

Guerra




La maldita guerra… Para eso nacimos, para eso entrenamos. Aunque sé bien que al igual que a mi te gusta la guerra, en el fondo de tu corazón, al igual que en el fondo del mío…

Desearías que terminara…

Solo para poder por fin mirar hacia atrás y verlo todo. Todo lo que hemos hecho, quizás por eso me he ablandado ahora. Debo confesar que ya no soy la misma persona que conociste, cambio un poquito más cada vez que nos encontramos y creo que eso se debe a que por fin veo la guerra desde otro punto de vista. Desde afuera.

Y me di cuenta de lo que ya era obvio…

La muerte rondaba en cada esquina y vi a todas las personas que asesiné alguna vez (si bien siempre había pasado, las pesadillas jamás te dejan), el frenesí de la guerra siempre me impedía pensar en ello porque no había tiempo para detenerse a meditar aquellas cosas, a sentir un instante de culpa. Ahora que todo está más calmo esas vidas que arrebaté alguna vez vuelven por las noches a tratar de cobrar venganza pero…

Sé que es algo con lo que todo soldado sufre, la muerte no es algo que se pueda llevar fácilmente, a todos nos afecta solo que, lamentablemente, mientras más tiempo pasa menos nos afecta, más te acostumbras a vivir con los cadáveres a tu alrededor.
He olvidado muchas cosas, pero jamás olvidaré tu rostro. Tu acostumbrado cigarrillo de la mañana, apenas despuntar el alba… Esas cosas son las que siempre recordaré de la guerra, el ánimo que siempre me dabas al iniciar cada día.

Esas son las cosas que prefiero recordar y trataré de recordar más, ahora que todo está calmo y que tú estás de nuevo junto a mí.

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