Quienes me inspiran a seguir

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Llamar a Dios




—Dios —salió en un suspiro de los labios de Ángel, que miraba la fotografía que llenaba la pantalla de su ordenador. ¿Y así decía ella que no era bonita? ¡Por dios que esa chica era preciosa!

Al final, después de insistir un buen rato ella había accedido a enviarle una foto suya antes de marcharse al trabajo. Llevaba sus buenos diez minutos sin despegar los ojos de la imagen que se presentaba ante él, tratando de imaginar qué tipo de persona podía ser tan rematadamente estúpida de dejar a semejante belleza con el corazón roto.

Tal vez no se conocían hace mucho tiempo (vamos, que tres meses tampoco es tanto tiempo) pero en ese lapso de tiempo ya conocía por completo la “miserable vida” de Edén. La chica le había contado tantas cosas, tantas de sus penas que él pensó que un alma fea estaba en un cuerpo feo, pero al final después de muchas advertencias por parte de ella había terminado accediendo a cada cosa que él le pedía saber. Ella misma se catalogaba como una horrible persona, cosa que él no lograba tragarse ni con un largo trago de agua. Claro, él también le había advertido sobre sí mismo, ya que no se encontraba en el mejor momento de su vida cuando la había conocido pero bueno, al igual que él mismo ella había dicho “entre tú y yo, yo soy peor”, lo que había acabado en una discusión de horas contándose el porqué ambos eran malas personas. Al final había terminado riéndose mucho. Ella no era mala persona, solo estaba asustada.

Se obligó a salir de sus pensamientos cuando una ventanita se abrió de pronto en la parte inferior derecha de su pantalla, haciéndolo sonreír. ¡Paren el mundo que me quiero bajar! acaba de iniciar sesión. Cliqueo rápidamente sobre la miniatura, sonriendo.

Ángel dice:

¿Qué no te ibas a trabajar? —preguntó sonriendo.

¡Paren el mundo que me quiero bajar! dice:

No me siento bien del todo para ir —leyó, preocupándose al acto— Además, debo decirte algo muy importante.

Ángel dice:

¿Decirme el qué? —ahora si estaba preocupado. ¿Acaso habría vuelto a tener problemas con sus “antiguos clientes”?

¡Paren el mundo que me quiero bajar! dice:

Mira, Ángel… Creo que esto no está bien. Digo, yo no estoy bien —hubo una larga pausa en la que se sintió tentado de apurarla a continuar, pero prefirió esperar, apretando los puños— No quiero que te preocupes en vano, no es nada grave, es solo que tengo un problema y no sé cómo solucionarlo.

Ángel dice:

Sabes que puedes confiar en mí —la apoyó y es que claro, él estaría allí para ella siempre que lo necesitara.

¡Paren el mundo que me quiero bajar! dice:

Ese es el problema corazón, tú menos que nadie puede ayudarme —se tensó al leer aquello, aterrándose ante la posibilidad de que Edén hubiera roto la promesa de alejarse de aquel dolor contra el que tanto habían luchado, o incluso, que él mismo le estuviera causando daño— Mira, no te aterres ni nada que esto no es tu culpa… Solo pasa que me di cuenta de algo, algo que te molestará —hubo otra larga pausa hasta que pudo leer claramente las dos palabras que más temor tenía de volver a leer o escuchar en su vida otra vez— Te amo.

—Dios —repitió, esta vez con un gran nudo en su garganta-, Dios no… ¡Edén, no!

Y no pudo evitar que aquel grito escapara de sus labios, un grito ahogado, nervioso, lleno de rabia… Un grito que hasta le era incomprensible. Jamás había tenido una reacción tan aterrada por algo en su vida y eso, sumándole la declaración de esa hermosa muchacha le estaba poniendo realmente mal los nervios. Meditó largos minutos, mirando como el estado de la muchacha con la que charlaba se mantenía inmóvil en color verde y con la palabra “disponible”, que parecía recalcarle que debía o decir algo o huir como cobarde. Y él no era un cobarde. Tomó aire luego de darse cuenta de los largos minutos en los que había permanecido sin decirle nada y tal vez hasta matándola de los nervios, más de los que lo consumían a él.

Ángel dice:

Lo siento Edén —tecleó rápidamente, con sus dedos temblando ligeramente— En serio lo siento pero yo te quiero… Y te quiero solo como amiga…

1 comentario:

  1. Aunque lo diga. Y ya te lo dije xD.
    Lo odio!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! @: Ängel va a tener que hacer algo enorme para que pueda perdonarle esta xD. Te leo en otro cap ^^

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