Quienes me inspiran a seguir

martes, 20 de noviembre de 2012

Enamoramiento

— ¿Aramis? —me llamas suavemente, tus ojos mirándome hasta tocar mi alma con su luz.

— ¿Qué pasa? —inquiero, haciendo tripas corazón ante esa facilidad tuya para alcanzarme siempre.

—Voy a dejar de pelear por tu cariño —susurras, una sonrisa tímida en tu rostro. Mi corazón se detiene, pero tú no pareces percibirlo—. Hay alguien que sí puede decirte todo lo que pasaste con ella, hay alguien que te ama mucho más que yo… Y no voy a interponerme en su camino porque sé que con el tiempo, también puedes llegar a amarla como jamás me amarás a mí.

Jamás pensé que la situación se invirtiera entre nosotros, pero desgraciadamente ha sucedido. Y yo soy el único culpable de sentir esto aquí y ahora. Mi orgullo fue demasiado alto en algún momento de nuestra relación, mi ceguera demasiado intensa. Tú trataste de acercarte a mí, pero yo simplemente te alejé con excusas baratas. Y luego sufriste tu accidente. No recuerdas algunas cosas, apenas puedes recordarme a mí…

¿Recuerdas cuando solíamos ver el atardecer en el horizonte?
Y cómo decías: “Esto nunca terminará”
Yo creí cada una de tus palabras y supuse que tú también lo hiciste
Pero ahora estás diciendo: “Hey, pensemos que esto terminó”

—Pero Cassie —tartamudeo, tomando tus manos pálidas entre las mías, que tiemblan de manera incontrolable—. Tú ya tienes mi cariño, siempre lo has tenido y siempre lo tendrás.

—Sabes que no me refiero a eso, corazón —sonríes de nuevo, soltando una de mis manos para acariciar mi mejilla—. Sabes que me refiero a que me cansé de amarte…

Es cierto que solo era cuestión de tiempo para que esto sucediera, pero aún así es demasiado pronto. No he pasado el tiempo suficiente a tu lado, no me has recordado lo suficiente como para dejarte partir, no hemos visto los suficientes amaneceres juntos como para permitirte soltar mi mano. Y sé que esto que siento y pienso es sumamente egoísta, que podría ser hasta hipócrita pues te he negado encontrar el amor en otras personas, aún cuando yo no soy capaz de corresponderte.

Tomaste mi mano y me acercaste a ti, tan cerca de ti
Tengo el presentimiento que no tienes las palabras
Tengo una para ti. Beso tu mejilla, digo “Adiós” y me marcho
No mires hacia atrás porque estoy llorando

Creo que esto es lo más sensato que he hecho con respecto a ti. Aunque esto me duela mucho, aunque luego ya no podamos vernos como antes, siento que esto es lo mejor que puedo hacer por ti y por mí. Este cariño egoísta nunca nos llevaría a ningún lugar, y aunque esperaba jamás te dieras cuenta de ello, ya es hora de dejarnos atrás mutuamente y comenzar a caminar por caminos más distantes, un poco más separados el uno del otro.

Es lamentable como nuestros caminos se juntaron, pero jamás se entrelazaron. Creo que solo fuimos como un bote salvavidas para el otro. Primero me necesitaste tú, luego te necesité yo y ahora, cuando nos necesitamos mutuamente, hemos decidido que estas aguas no nos pertenecen y que llevamos demasiado tiempo luchando contra lo inevitable.

Recuerdo pequeñas cosas, tú difícilmente lo haces
Dime porqué. No sé porque esto terminó
Recuerdo estrellas fugaces del paseo que dimos esa noche
Espero que tu deseo se haga realidad. El mío me traicionó

Y lo que es peor, lo único que puedo hacer al cerrar los ojos es escuchar tus palabras cuando me salvaste de mis demonios. Aquellas palabras dulces, cargadas de ternura mientras acariciabas mis cabellos y me incitaba a vivir un día más, sonriendo un poco más. “El enamoramiento es una etapa para el verdadero amor, Aramis. Si superas esa etapa, miras a la persona que está a tu lado y aún sientes mariposas en el estómago, significa que no solo estás enamorado. Significa que lo tuyo es amor de verdad”.

En tus fantasías delirantes siempre fui un caballero de noble armadura, un príncipe. Siempre me dijiste que no creías en los príncipes azules pero que yo, para ti, era como un príncipe verde. Dijiste que era verde porque era tu color favorito, pero yo sé que no es así. Yo sé que quedó grabada en tu retina aquel traje verde de una noche de brujas que pasamos juntos. Y en mí quedó grabada tu imagen de aquel traje dorado que usabas. Reímos hasta el amanecer y un poco más. Me gustaría volver a ese momento.

Soltaste mi mano y fingiste una sonrisa para mí
Tengo el presentimiento que no sabes qué hacer
Miro profundamente en tus ojos, dudo un momento
¿Por qué estás llorando?

—No puede ser… —susurro deteniéndome bajo nuestro árbol, mi corazón golpeando dentro de mi pecho.
¿Cómo es posible que solo después de escucharte rendirte, sea capaz de darme cuenta que estoy enamorándome de ti? ¿Cómo puede ser que haya sido tan ciego, tan sordo y tan mudo ante mis sentimientos? ¿Por qué, si siempre te tenía a mi lado, no me di cuenta antes…?

Y es que desgraciadamente, uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde y yo ya te he perdido a ti. Yo, que siempre estuve repitiéndote que estuvieras atenta ante el verdadero amor, que seguramente estaba esperando por ti en algún lugar… No me di cuenta que pude haber sido ese amor para ti. Que pudimos ser nuestras propias mariposas en el estómago del otro.

Pero creo que tuve miedo. Creo que en realidad tuve miedo de perderte definitivamente si nos enamorábamos el uno del otro pues en ti había encontrado no solo a una amiga leal, sino a una consejera del corazón como ninguna otra. En ti había encontrado el bálsamo para sanar la herida permanente que otra dejó antes de ti, sin darme cuenta que haciendo eso solo terminaba asesinando nuestra amistad para convertirla en algo que negué hasta el final.

Tallulah, es más fácil vivir solo, que el miedo a que el tiempo lo acabe
Tallulah, encuentra las palabras y háblame. Oh, Tallulah
Esto podría ser… El cielo

Y ahora que te amo de manera irremediable, me doy cuenta que ya es más tarde de lo que pensé sería. Te he visto innumerables veces caminando del brazo de otros hombres, regalando tus sonrisas y tu corazón de nuevo al primero que te sonría de vuelta. Continúas con tu actitud ingenua, sigues siendo la misma princesa llena de temor, esperando que alguien salte a protegerla. Y muchos lo hacen. Puedo ver como cada vez que alguien desea hacerte mal, un valiente salta en tu auxilio, pidiéndote a cambio un beso en la mejilla y un abrazo que tú no eres capaz de negar.

Otras veces te he visto sola luego de aquella tarde en la que te dije adiós. Tus labios sonríen, pero soy consciente de que la felicidad no llega a tus ojos. Es entonces que siento deseos de correr a ti y volver a ser un poco de lo que fuimos otra vez pero… Ya no podrá ser.

Alguien toma mi mano y nos alejamos. Tú no nos has visto y ella tampoco te ha visto a ti. ¿Qué pensarías de mí si supieras que ahora camino de la mano, como una vez hice contigo, con tu mejor amiga?

Te veo caminando de la mano con el baterista de cabello largo de la banda
Enamorado de ella, o eso parece. Él está bailando con mi hermosa Reina
No me atrevo a saludarte, aún me trago el adiós
Pero sé que los sentimientos siguen vivos. Siguen vivos…

—Deberías acercarte a ella, te necesita —susurra nuestra mejor amiga, sonriendo y sacándome de mis cavilaciones.

—No sé de qué hablas —susurro yo a su vez, mirando el cielo estrellado y buscando tu sonrisa en el firmamento.

—Nosotras actuamos mal, ¿sabes? —continúa ella, abrazando sus piernas con sus brazos— Ambas enamorándonos de ti y yo tomando la oportunidad adecuada cuando ella perdió la memoria para acercarme más a ti, aún sabiendo lo que sentían el uno por el otro. Fui una muy mala amiga con Cassandra…

—Cassie y yo solo somos amigos —digo suavemente, buscando una de sus manos. Ella estrecha mi mano y apoya su cabeza en mi hombro, suspirando—. Además, eso no hubiera funcionado jamás.

—Continúa repitiéndote eso en voz alta, tal vez un día te lo creas y se lo hagas creer al resto también…

Sus palabras no tienen ningún doble significado, no son hirientes y no dañan lo más mínimo. La verdad jamás lastima de esa manera cuando sabes que es verdad, cuando no eres capaz de negarla. Además, yo sé que no me necesitas, yo sé que eres más feliz sin mí robándote de los demás. Siempre te frené, absorbiendo tu tiempo como una esponja absorbe el agua. Y lamento haberlo hecho…

Perdí la paciencia una vez, ¿así me castigas ahora?
Yo siempre te amaré, no importa lo que hagas
Volveré a ganarte si me das una oportunidad
Pero hay una cosa que debes entender…

— ¡Ary! —exclamas, lanzándote a mis brazos con fuerza y aún con esa enorme sonrisa— ¡Oh, Ary! ¡Ha pasado tanto tiempo! ¿Cómo estás?

Te separas un poco del abrazo y me miras directo a los ojos, tu mirada con ese brillo tan especial y que tanto me gusta. Y me siento como un idiota por haberte perdido, pero más idiota me siento por no ser capaz de volver a recuperarte pues te he visto besando a otro muchacho, mirándolo como si estuvieras verdaderamente enamorada de él.

—Estoy bien —digo sonriendo, tomando tus manos entre las mías como hace mucho tiempo hice, como cuando te dije adiós—. ¿Y a ti, Cassie? ¿Cómo te trata la vida?

—No soy fuerte, pero soy resistente —tus ojos brillan con traviesa dulzura y siento que si me esfuerzo, podría ser capaz de recuperarte un poco más—. La vida me ha hecho extrañarte, ¿sabes?

—La vida no hace extrañar, eso lo hacen el tiempo y la mente —susurro, dos pares de ojos mirándonos fijamente—. También extrañaba a mi amiga…

Tallulah, es más fácil vivir solo, que el miedo a que el tiempo lo acabe
Tallulah, encuentra las palabras y háblame. Oh, Tallulah
Esto podría ser…

Nos abrazamos de nuevo y yo ya no tengo más palabras que decirte, no sé por dónde comenzar así que prefiero guardar silencio, esperando que mi abrazo y los latidos de mi corazón te hablen y que tú seas, como siempre has sido, capaz de entender esos latidos. Puedo observar por sobre tu hombro la figura de ese muchacho que me mira, su mirada perdida y una sonrisa extraña en sus labios. Creo que es la misma sonrisa que ponía yo cuando tenía que compartirte con alguien más.

Al final nuestra mejor amiga se marcha, empujando a tu novio con ella. Y él no dice nada, tampoco se despide de ti como un novio lo haría. Ella tampoco lo hace. Nosotros nos quedamos de pie, mirándolos marcharse un poco más de tiempo de lo debido antes de sentarnos bajo el que una vez fue nuestro árbol, manteniendo nuestra distancia como si estuviera prohibida nuestra cercanía. Observo tu perfil de reojo, observas el cielo estrellado con una sonrisa, como si estuvieras esperando algo mágico y maravilloso. Sé que lo esperas, siempre lo has esperado…

—Se ven muy bonitos juntos, Ary —susurras por fin, volteándote a mirarme con otra reluciente sonrisa—. Aunque me hubiera gustado más que me lo dijeras antes de tener que descubrirlos, me sorprendió mucho cuando los vi. Fue… Fue una linda sorpresa.

Tallulah, es más fácil vivir solo, que el miedo a que el tiempo lo acabe
Tallulah, encuentra las palabras y háblame. Oh, Tallulah
Esto podría ser…

Te escucho hablar sin parar, solo mirando tu perfil sin poder decir demasiado. Sabes que no soy un hombre de muchas palabras, jamás lo he sido, pero creo que en el fondo no encontraba algo apropiado que decir. Tú siempre fuiste quien llevaba nuestros temas de conversación, siempre opinando sobre algo, siempre con algo importante que decir. Jamás me molestó que hablaras hasta cansarte, incluso me agradaba ver tu expresión avergonzada cuando sentías que habías hablado de más y pedías disculpas, mirando al suelo apenada mientras decías que no sabías cuando callarte. Yo creo que no es que no sepas cuando callar, sino más bien yo nunca sé qué decirte en verdad.

Pasamos largas horas juntos, como cuando lo hacíamos antes. Pero ya no es lo mismo. Tú ya no buscas mis brazos, yo ya no busco tus “te quiero”. Tú ya no buscas mi mejilla para besarla, yo ya no busco perderme en tus ojos. Creo que para el mundo somos como dos desconocidos, creo que esa es la impresión que damos ahora.

Y cuando nos despedimos el abrazo no es tan apretado, no hay tantos “cuídate” o “nos vemos pronto”, tampoco hay tantos “te quiero” llenos de emoción y cariño. Veo cómo te marchas por la calle adoquinada, las manos en los bolsillos y la luz de la luna recortando tu figura. No volteas a mirarme ni una sola vez. Me has superado.

Yo ahora solo espero poder superarte algún día.


°~ Final de Lo que siente él

No hay comentarios:

Publicar un comentario