Quienes me inspiran a seguir

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Olvidar[te]


Su cabello negro ondeó de manera gracias al tiempo que ella, con sus ojos oscuros como el alabastro observaba la lejanía del basto océano. Tan lejos él se encontraba, al otro lado del mundo él se hallaba, y aún así había sido capaz de llegar a su corazón, aunque ella estuviera lo bastante ciega para no admitirlo. El dolor del corazón roto que había dejado él aún estaba allí, pero una inexplicable felicidad comenzaba a hacerse presente en su pecho, instalándose en la forma de un agradable calor que subía lentamente hacia sus mejillas, tiñéndolas de un suave y brillante carmín. Tal vez, con el tiempo, sería capaz de olvidar y olvidarlo.

Y por sobre todo, dejaría de ser una muñeca rota y recuperaría su capacidad de amar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario