Quienes me inspiran a seguir

viernes, 9 de diciembre de 2011

Contestando la carta del Caballero


Ella tomó papel y pluma, inclinándose sobre la mesa luego de leer aquella corta misiva sin remitente. Sabía de quién venía, podría reconocer esa caligrafía así estuviera ciega, podría reconocer esas expresiones así jamás las hubiera escuchado antes. ¿Porqué él no confiaba en ella? ¿Porqué él no podía creerle?

—Jamás hubiera hablado si no hubieses insistido —le habló a la nada, como si esas palabras pudieran llegar hasta él.

Tal vez no llegarían jamás. Tal vez no quería él saber más nunca de ella. Tal vez se sentía traicionado luego de tantas traiciones por parte de los demás. Pero ella le había jurado por lo más sagrado que tenía, le había jurado por un recuerdo. Le había jurado que ella jamás lo lastimaría...

Pero iba a defenderse de aquello como mejor podía hacerlo. Mojó la punta de la pluma en el frasco de tinta, estiró el pergamino con cuidado y se acomodó en su silla a la luz de las velas, dispuesta a ser lo más clara, directa y sincera posible. Aunque ella siempre pensó haber sido sincera.


-~-


Caballero:


En mi defensa


Nadie resiste tanto dolor...
Tal vez no, tal vez suene irreal, pero es la verdad. Y citaré algo que una vez leí, no recuerdo en qué lugar: El mal siempre es posible, la bondad es eternamente difícil. En un mundo en el que existe tanto mal, en el que existen tantas personas que lastiman a los demás sin razones, ¿es tan difícil creer que aquella clase de dolor existe? O incluso, ¿es tan difícil creer que alguien puede resistirlo? ¿Tan débiles son las personas ahora?

Nadie vive demasiado sobre la tormenta...
No siempre he vivido sobre la tormenta, pero si he de reconocer que fue mi error el acobardarme durante mucho tiempo y, además de eso, ver solo el lado medio vacío del vaso que plantaron frente a mi. Pensé no tener la fuerza para superarlo todo, aún cuando me lo repetías cada día con una sonrisa paciente. Hoy me siento capaz de hacer que la tormenta se detenga porque le perdí el miedo, y le perdí el miedo por temor a perder algo mucho más importante.

Nadie debe utilizar la mentira para encontrar el amor...
Jamás mentí, siempre fui sincera, lamento que se mal interpreten mis palabras. Ahora otra frase que leí en otro cierto lugar: Cada uno da lo que recibe, luego recibe lo que da, nada es más simple, no hay otra norma, nada se pierde pues todo se transforma. Nunca fui tan desdichada como parece, pero como mencioné antes, estaba demasiado inmersa en mi propia oscuridad para ver que estaba recibiendo cosas maravillosas. Lamento no haber tenido la entereza de darme cuenta antes de que las cosas se torcieran, pero ahora que tengo la frente en alto, lo aclaro. NO MENTÍ. Puedes creerme o no, tengo la consciencia tranquila.

Si atención se busca, verdad se debe contar...
Reitero, siempre fui sincera. Inmadura, sí. Ciega, sí. EMO-cionalmente inestable, también. La verdad reside en corazones que pueden cargarla. La vida no es justa, dicen. La vida es horrible, dicen. La verdad os hará libres, dicen. No deseo atención, incluso, prefiero pasar desapercibida pues así evité muchísimos conflictos, pero creo que antes de conocerme tuviste la desgracia de conocer personas horrendas. ¿Necesitas descargarte? ¿Necesitas explotar? Explota y arde, pues no estarás solo. Aunque no me quieras a tu lado, estaré allí y esa, querido, esa es la verdad.

Si amor se quiere, confianza se ha de dar...
¿Y si la confianza estuvo allí por un lado, pero del otro la duda era mayor? Vivimos en un mundo donde las personas engañan para tener, para ganar un lugar en el que estar, pero jamás hay que olvidar que que existen personas que dan confianza sin esperarla de vuelta, aunque cuando se dan cuenta de la duda en el corazón del otro su mundo se derrumba como un castillo de naipes. Sé que suena hipócrita decir que no espero nada a cambio del cariño que entrego, nada más que un saludo, pero es la verdad. No eres el único, Caballero, que se ha detenido a ayudar a una damisela en apuros.

A un hombre nunca le mientas ni lo lastimes...
Otro dicho: No le hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti. Sea hombre o mujer, la persona que esté frente a ti es un ser humano también, con sus defectos y virtudes, con sus risas y sus llantos. Si puedes hacer algo para secar sus lágrimas y darle cinco minutos de risas, hazlo, pues un día, tarde o temprano, esa pequeña semilla de amor dará frutos y podrás sentirte bien contigo mismo porque hiciste algo bien, por ti y por esa persona. Conozco lo que es el dolor, sé que tú también, por eso somos sinceros y no nos lastimamos. La duda nos hizo esto, no nosotros, Caballero, estoy segura de ello.

Porque aunque por fuera luzca fuerte e indolente...
Nadie es así, nadie "luce". Los seres humanos estamos compuestos por Voluntad, Valor, Amor, que son las cosas que nos ayudan a salir adelante. Voluntad por vivir un día más junto a quienes amamos. Valor por enfrentar un día más al mundo, con sus personas, con sus fuerzas, solo para irnos con una sonrisa de orgullo propio a la cama. Amor... Está de más decirlo, las personas no somos islas, necesitamos de los demás para salir adelante, para sentirnos bien porque solos no podemos. Un mundo en solitario es muy oscuro. Tu fuerza es tu voluntad, si tu voluntad duda, tu fuerza lo hace.

Su corazón puede ser más blando que un algodón...
Está demostrado, aunque nadie quiera creerlo, que los hombres son muchísimo más sensibles que las mujeres, pero están obligados a permanecer enteros pues nosotras les necesitamos a ellos para mantenernos enteras. Es un círculo de nunca acabar, pero así es la realidad. Por eso, porque entiendo el dolor que puede cargar el corazón de un hombre es por lo que soy incapaz de lastimarlo, por lo que no puedo ser una mala persona con ellos.

No espero que me creas, solo quería mostrarte lo que siento y pienso, pues como dije antes mi consciencia está tranquila. ¿Es esto un intento desesperado por arreglar las cosas, poder sentarnos a charlar y tratar este asunto como los amigos que se supone que somos? SÍ, si lo es. Sentirme mal o preocuparme no cambiará nada, si lo pensara significaría que vivo en otro planeta con un concepto diferente de realidad, pero vivo en el mismo planeta que tú, las cosas no son diferentes. En lugar de sentirme mal estoy tomando cartas (literalmente) en el asunto porque no quiero, y lee bien esto, NO QUIERO PERDER A UNA DE LAS PERSONAS QUE ME DA LA FUERZA.

Te estoy infinitamente agradecida por prestarme tu hombro en más de una ocasión, pero estoy más agradecida de que, de buena o mala manera, de manera bizarra o no, hayas tenido los pantalones de decirme en mi cara "no te creo, demuestra lo contrario". Si me dices la forma en la que debo demostrarte mi sinceridad, estoy dispuesta a venderle mi alma al diablo para conseguirlo, porque si hay algo en este mundo por lo que vale la pena luchar, es por tu amistad, Caballero.

Un abrazo con toda el alma.

-~-

Selló la misiva con cuidado, se acercó al halcón que la esperaba, amarró la nota en su pata y lo soltó, observándolo alzar el vuelo con un suspiro escapando de sus labios y lágrimas rodando por sus mejillas. Necesitaba algo caliente para sacudirse la tristeza antes de volver a andar, aún le quedaba un largo camino por recorrer.

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