Quienes me inspiran a seguir

lunes, 2 de mayo de 2011

Portal Abierto



Este cuerpo mío ahora es un portal abierto, un portal abierto para dejar pasar tus sentimientos.

No nos hemos herido, ni siquiera por accidente pero en tu cuerpo y el mio, en tu corazón y el mío, en tu alma y la mía hay aún llagas abiertas en donde ponemos el dedo y preguntamos estúpidamente... "¿Te duele?"

Sí, me duele un poco debo decir, más no matará el dolor, ¿cierto?

A ti también te duele, más estaré allí para sanar las heridas, lo sabes, ¿cierto?

Iremos hacia acá y hacia allá, caminando contra el viento, dejando que la brisa sane nuestras heridas y vuelva a encender la llama de dos corazones que se encontraron de pura casualidad.

Te dije que no iba a escribir sobre ti, que hacerlo era ponerle un límite a todo esto más me la gana el sentimiento de poeta frustrada, de escritora empedernida, de persona y ente que quiere exhibir sus sentimientos al mundo.

¿Te molesta que grite esto a los cuatro vientos? Espero que no, aunque si te molestara me daría exactamente igual, lo seguiré haciendo pues esto es lo que soy, así me conociste y así se quedará mi alma por siempre.

Una cantante frustrada, una poeta desalmada, una novelista caótica, un alma ya no tan solitaria.

Ahora te pregunto...

¿Te duele este amor que NO deja sangrar a distancia?

En esa herida que te duele pondré el dedo y como si fuera Sacerdotisa de un Dios, como esos de los cuentos, las novelas de fantasía dejaré que mi alma suelte su energía de color dorado, mostrándote como la herida sana lentamente, como la llaga antes abierta ahora desaparece.

Ahora pregunto de nuevo...

¿Te duele?

No recibo respuesta, tú estás lejos y yo estoy cerca, con mi alma viajando hacia donde estas, con el tiempo detenido en algún punto que nos hace adictos a la felicidad. Cariño, te lo dije antes y te lo vuelvo a decir...

Sentirse bien es adictivo...

Y digo de nuevo, repitiendo todo como una tonta... Te quiero. Te quiero por tus versos, te quiero por tus sonrisas, te quiero por ser tú, te quiero porque transformaste mi cuerpo en un portal abierto por donde pasan tus sentimientos, acurrucándose y resguardándose, recorriendo cada rincón de mi, notando que cada rincón te pertenece.

En esos rincones hay espinas... ¿Te importaría sacarlas por mi? Es que mis manos están sudando de temor y nervios al sentir tu espíritu tan cerca. Anda, toma las espinas y tíralas hacia atrás, dejando las heridas abiertas para que sangren un poco y se cierren al paso de tus besos.

Mi cuerpo es un portal abierto, capaz de alojar en él tu esencia. Mi corazón antes marchito ahora late lentamente, volviendo a la vida. Mi alma antes opaca ahora recupera su brillo lentamente, reflejando el tuyo propio como un espejo.

No es un poema de amor, no es un verso desalmado que quiera despertar tus sentimientos y descongelar tu corazón, es un intento de carta de amor fallida, de declaración romántica tonta... De canción de bar barato.

Ya lo sabes, mi cuerpo es un portal abierto y tú eres dueño de la llave que sella esa puerta. Tienes tus opciones, yo tengo las mías...

¿Vemos que pasa?

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