Quienes me inspiran a seguir

sábado, 5 de marzo de 2011

Ojos claros




Llovía a cantaros y podía notar perfectamente como la cortina de agua le quitaba visibilidad, también asustándose vagamente por el hecho de que su casco estaba empapado y las gotas que resbalaban por el estaban siendo demasiado peligrosas para la nublosa vista. Aceleró tomando una curva con temor a un futuro derrape mal dado y que la ducati terminara destrozada contra algún poste.

-Si ella me escuchara...

Susurró por lo bajo mientras aceleraba un poco más. Sí, si ella la escuchaba era capaz de matarla con una sola mirada, haciéndola la persona más cobarde del universo. Eran amigas desde siempre, o así lo veía ella y era por ello que no podía detenerse a pesar de la lluvia que de pronto había arreciado para ponerle la travesía de cabeza.

Se agitó tratando de tomar una curva de la manera en que ella le había enseñado, temiendo terminar estampada contra el pavimento y que la tuvieran que despegar con una pala o algo. -Tatuaje de concreto-, pensó sonriendo mientras su respiración se regularizaba al momento que aceleraba otra vez.

Por fin pudo divisar entre la cortina de agua una silueta que se resguardaba de la lluvia bajo un paraguas que parecía estar a punto de hacerse jirones de tela debido a la intensidad con la que las gotas chocaban contra el. Detuvo la motocicleta rápidamente frente a la mujer de ojos claros que la esperaba, pálida y con cara de funeral. Se quitó el casco y abrazó a la mujer como si eso fuese lo que ella necesitaba, pero en realidad necesitaba calmar su enloquecido corazón. Había estado tan preocupada...

-¿Que pasó? -susurró en su oído con voz temblorosa por culpa del frio. La mujer se removió entre sus brazos y se apartó solo un poco para mirarla con sus ojos claros.

-Te veías genial en Malena, ¡pero en Lucy te ves impresionante! -exclamó la mujer echándole un brazo por sobre los hombros.

-Me estas diciendo... -la voz se le contrajo de terror ante la idea de haber terminado de verdad como un tatuaje de concreto- Me estas diciendo que lo hiciste a propósito... ¿Es eso?

-Eres tan ingenua -se burló la mujer echando a correr al tiempo que los ojos chocolate de la menor se posaban sobre ella.

-¡¡¡Voy a matarte!!! -gritó la más pequeña corriendo tras esos ojos claros que siempre se burlaban de ella pero a los cuales tanto quería.

No hay comentarios:

Publicar un comentario