Quienes me inspiran a seguir
miércoles, 22 de junio de 2011
Corazón
Lo he regalado en bandeja de plata, rodeado de gemas falsas, flores marchitas y canciones de barrio baratas.
Lo he dejado ir en la mano de un Caballero, que lo apresa con dedos fríos y le apunta con daga de plata.
Lo han mancillado, quebrado, herido y quemado, torturado hasta el extremo de apenas si poder sentir.
Y ahora yo lo veo, en el suelo, desangrado, congelado, medio muerto y pienso:
¿Y si hubiera hecho ALGO por él?
Tal vez... Tal vez deje de sentir, así va a dejar de morir...
Por eso, llévame contigo, Corazón. Llévame a ese umbral oscuro, a esas penumbras agobiantes, donde soy ciega sorda y muda, donde no puedo ni quiero defenderme.
-¡Muerte al Corazón! -gritó la multitud, antes de quedar en silencio con sonrisa en labios y antorcha en mano.
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