Quienes me inspiran a seguir

miércoles, 22 de junio de 2011

Cáncer



-¿Por qué lloras? –preguntó la muchacha de cabellos ondulados, sentándose junto a la chica que llevaba un sombrero de lana y que se cubría el rostro con las manos.

-Lloro porque estoy enferma –sollozó la chica del gorro, quitándose la prenda de la cabeza y mostrando la falta de cabello-. Tengo cáncer…

-¿En serio? –la muchacha de cabellos ondulados acarició uno de sus numerosos caireles con cuidado, como pensando antes de susurrar- Yo también tengo cáncer, ¿sabes?

La chica se limpió las lágrimas mirando a su interlocutora y su frondoso cabello castaño que ondeaba al viento, sintiendo envidia de esos caireles que ella misma una vez portó.

-No parece –inquirió en un suspiro-. Yo tengo cáncer a la sangre.

La muchacha, aún acariciando sus cabellos ondulados miró las estrellas que brillaban en lo alto, sonriendo antes de mirar a su interlocutora.

-Pero no tienes que llorar por eso –animó la muchacha acariciando la cabeza rapada de la otra chica-. Ya verás como muy pronto te pondrás bien, te lo aseguro.

-¿Y tú qué tipo de cáncer tienes? –consultó la otra chica, recibiendo la caricia con incomodidad.

-El cáncer que tengo yo no tiene cura, querida –dijo con angustia la muchacha-. Si bien no parece que esté enferma y no necesito rapar mi cabeza como tú, los estragos que deja el paso de mi cáncer en mi alma son horribles –la muchacha dejó que de sus ojos color chocolate escapara una lágrima antes de proseguir-. Este cáncer es cáncer al alma, al espíritu y a la vida, me mata día con día y no puede ser extirpado. Este cáncer que me mata lo dejó el dolor de la vida… Este cáncer es producto de mi desdicha y jamás se irá.

La chica con cáncer a la sangre le dio un abrazo a la muchacha con cáncer al alma, compadeciéndose de ella en lo más hondo de su corazón antes de dejar de llorar por su suerte, que al fin y al cabo no era tan mala como la de esa chica, que moriría sola con un cáncer que no tenía ni tendría cura jamás.

1 comentario:

  1. Es algo muy triste, pero es hermoso...
    Tienes un talento envidiable
    sigue escribiendo que me encanta leer todo esto que escribes :)

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