Quienes me inspiran a seguir

domingo, 12 de febrero de 2012

Sinceridad



Puedo sentirlo correr por mis venas de manera rápida, rauda, poderosa. Sacude mi cuerpo, los espasmos se hacen presentes, todo gira alrededor de mí, el mundo es un torbellino y tú eres el ojo del huracán en el que me encuentro.

Quisiera correr rápido y lejos bajo esta lluvia que sacude mi corazón, dejando que lo congele a pesar de lo cálida que es. ¿Porqué tus lágrimas sobre mi cuerpo son tan cálidas? ¿Porqué incluso habiendo olvidado todo no puedo arrancarte de mi corazón?

Estaré contigo hoy, mañana y para siempre...

¿Son esas acaso tus palabras? ¿Porqué no quieren irse de mis recuerdos y permanecen silenciosas en mi memoria hasta acecharme en la bruma de los sueños?

Me gusta imaginar que podría ser así. Me gusta pensar en que un día podré decirte lo que siento, podré dejar de jugar a las escondidillas y plantarle cara a este sentimiento que ha puesto mi mundo de cabeza. Porque este sentimiento que has generado dentro de mí debería estar prohibido, porque este sentimiento debería ser catalogado como pecado con pena de muerte.

No puedo decir que te amo porque eso sería aceptarlo todo. Eso sería decir que estoy loca e irremediablemente enamorada de ti, equivaldría a aceptar que jamás te he visto como una amigo.

¿Sabes lo que es peor para toda esta confusión?

Lo peor es que eres completamente consciente de lo que siento por ti. Y no me importa, no me molesta y podría decir que casi me da igual, pero lo cierto es que no, no me da igual. Lo cierto es que te repito que te amo cada noche y cada mañana. Lo cierto es que sueño y anhelo tus brazos cuando no estás. Lo cierto es que cuando paso un minuto de desconcierto puedo decir suspirando que te extraño más que ayer.

En este momento me pregunto qué pasará el día que no estés. Porque yo sé que un día no estarás para mí y sé también que el día luego de ese tampoco estarás. Entonces pasarán los meses y mis ojos no podrán verte y mis oídos no podrán escuchar las palabras que tanto anhelan oír de tus labios. Sé que un día me faltaran tus abrazos, tus te quiero, tus caricias en los sueños y sé, también, que eso no me destruirá.

Te llevaré conmigo como un recuerdo, como el recuerdo más valioso de todo inclusos aunque ahora todo me parezca confuso, incluso cuando estos sentimientos que no siento míos sean completamente comprensibles para mí. Y te prometo que luego de eso jamás volveré a olvidarte, aunque es probable que tú si olvides a la pequeña y temblorosa niña ingenua que te buscaba constantemente para sentirse segura.

Un día te mostraré mis sentimientos, el día que tenga el valor y los recuerdos que construimos juntos antes de ese fatídico día. Los tendré de mi lado como un muro implacable que no me hará caer ante la derrota, ante el dolor de tu rechazo, ante tu "eres mi mejor amiga". Yo sé que soy tu amiga, no creo que la mejor, pero siempre seré tu amiga.

Espero que el día que acepte estos sentimientos no sea demasiado tarde y tenga que irme a la tumba habiéndolos callado por cobarde.

No hay comentarios:

Publicar un comentario