Quienes me inspiran a seguir

lunes, 21 de noviembre de 2011

Francotiradora

A ella le gustaba sentirse de aquella manera. Al enfocar la vista en la lejanía podía decir con orgullo que, como decía el dicho: "Donde pone el ojo, pone la captura", y es que más orgullosa de sí misma no iba a sentirse por las emociones que en ese momento la embargaban, esa adrenalina del segundo cuando su dedo tenía que aplicar la fuerza justa para que la mano no le temblara. Siempre que un trabajo terminaba bien hecho ella podía decir, con sumo orgullo...

Me encanta hacer una foto y sentirme como un francotirador...

Antes de guardar su cámara y suspirar, saboreando el momento post-victorioso que se había ganado luego de haber tomado una excelente fotografía.

Ella amaba su trabajo de francotiradora, sobre todo si el gatillo era el botón, el "bang" el sonido del obturador y, por sobre todo, la mira telescópica era nada más y nada menos que la lente que podía cambiarse, tal y como le gustaba.

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