Quienes me inspiran a seguir

martes, 7 de agosto de 2012

Llamado de atención...
...A un observador que no sabe escuchar


B, si estás leyendo, esto es para ti. Y si no lo estás leyendo, pero alguien más te lo dijo o incluso yo misma te lo digo, cuando encuentre la paz para hacerlo y encierre la rabia otra vez en su rincón oscuro, quiero que sepas que te lo advertí.

Te lo dije una vez, B, te advertí que no me obligaras a ser una hija de puta mala persona contigo. Porque maldición, sé que no soy perfecta. Sé que soy la persona con más defectos en el mundo, pero no creo que uno de mis defectos sea el no hablar de frente. Me he expresado con claridad, ¿no? Yo creo que fui, aparte de clara, bastante sincera, así que por favor ahórrate tus palabras hoy conmigo. Ahórrate la expresión de cachorro abandonado y ahórrate la saliva de tu victimización, porque no la quiero. Porque no la necesito.

Una vez yo te di tres consejos, también, pero veo que o bien no te importaron lo suficiente para recordarlos plenamente o bien los miraste y, como muchas cosas en tu vida, no les diste importancia. Y esos consejos, B, te los dije junto a la advertencia. Al tiempo que te advertía que no me obligaras a sacar lo peor de mí contigo, te estaba diciendo cosas realmente importantes. Pero ahora -no sé si esto es rabia o si, en cierta medida será cierto-, solo puedo ver que lo importante en realidad no te interesa y que aquello que no tiene ningún valor para ti puede llegar a ser incluso más brillante que el oro. No sé. No me importa saberlo, tampoco.

"Lo único necesario para que este mundo siga en el rumbo que está es que las personas buenas no hagan nada. Yo no soy buena, B, me considero todo lo contrario pues he lastimado y herido, y aunque ahora me arrepiento, no sé si lo hice en el momento oportuno. Se dice que nunca es tarde, pero a veces lo es. No esperes a que otros hagan algo bueno por el mundo, sé tú misma el ejemplo de ello y has aquello que salga de tu corazón..."

Ese fue el primer consejo que te di, y puedo decir que fue incluso más doloroso decirlo que hacerlo, porque es algo mío, algo que aprendí a la fuerza, algo íntimo y de gran valor, algo que me define y mucho más importante que todo lo anterior. Es algo que compartí contigo, poniendo mi confianza en juego y abriendo mi corazón casi con dolor. ¿Te importó? ¿Has aplicado algo de eso? Yo creo que no. Sigues encerrada en tu pequeña iron maiden, segura, dejando que otros se lastimen por ti sin que te importe verdaderamente. Dejando que yo aporree el acero sin piedad, lastimándome, pero siguiendo en la labor. ¡Y no te importan mis lágrimas, no! Al final de cuentas se supone que soy indestructible, ¿no? Por lo menos eso es lo que yo quiero creer, una mentira necesaria para que tú sigas teniendo un soporte y yo no me sienta patética, ¿cierto? Abre los ojos, B, no eres la única que sufre.

"Un corazón herido es súmamente peligroso. Jamás esperes hacer daño y que no te sea regresado, B, porque sería el error más estúpido que pudieras cometer. Observa, detente a pensar y luego abre la boca. Di algo coherente. A veces las disculpas no son todo, a veces un 'lo siento' no es suficiente. Antes de decir algo, medita tus palabras y observa, detente a analizar y date cuenta que tus palabras y tus acciones pueden lastimar a alguien de manera totalmente irreparable..."

Te lo dije, B. No me digas que no te lo advertí, también. Sabías que en el fondo, más que darte un consejo estaba tratando de protegerme y de ponerte sobre aviso. Te dije que un corazón herido es peligroso y te dije también que jamás jugaras con una llama que no pudieras ser capaz de controlar. Y otra vez me pregunto: ¿En verdad me escuchaste alguna vez? ¿En verdad prestaste atención a mis palabras o simplemente entraron por un oído y salieron por el otro? Sabes que mi corazón es fácil de destrozar, que no se lo doy a cualquier persona porque lo han dañado, lo han roto y he tenido que reponerme sola de ello. Yo no tuve lo que tú tienes, maldición, ¡deja de desperdiciarlo! ¡Deja de actuar como lo haces ahora! Abre los ojos, B, y date cuenta que me estás lastimando. Que nos lastimas a J y a mí con tu estúpida actitud de "prometo hacerlo algún día, lo siento". El "algún día" no sirve, B. No sirve.

"Si dejas que las emociones te dominen -y esto te lo dice alguien híper-emocional-, terminarás cavando tu propia tumba. Las emociones son hermosas, pero peligrosas cuando no sabes controlarlas y dejas que te consuman. Tienes que poner el límite, decir 'hasta aquí' y saber, aunque las frenes, que en el fondo son parte de ti. Tú dejas que lo malo te consuma, lo transformas en una parte de ti y esperas que alguien más venga a luchar en tu lugar, pero... No siempre habrá alguien para socorrerte, B. Tienes que aprender a pelear tus batallas sola. Tienes que aprender a caer y levantarte, aunque para eso debas engañarte y decir 'no duele'. Aunque debas mentirte una y mil veces..."

A veces nos tocará estar solos, y siempre será en los momentos más difíciles de nuestra vida. Yo puedo intentar protegerte, puedo intentar ayudarte a encontrar una respuesta, puedo intentar muchas cosas por ti, B, pero no estaré para siempre. Yo también tengo mis problemas, como todo el mundo. Tú sabes que tengo el síndrome de Superman, lo has visto de primera mano. Entonces me pregunto: Si tanto dices que te importo, si tanto dices que jamás me lastimarías, ¿porqué no tratas de ver, por sobre tu dolor, que yo cargo con el mío también? ¡Te he dicho que me cansé de ser el soporte! Necesito que alguien sea mi soporte ahora, pero parece no importarte lo más mínimo cuántas veces te lo diga. Yo tengo mi dolor, B, si no harás nada productivo por dejarme solucionar mis problemas, mejor cierra la boca y date la vuelta. No te necesito para vivir. La única persona que necesito para vivir es él y claro, a mí misma.

¡Pueden venir los golpes que sean necesarios, que yo no cederé! Pero B, te dije que yo cuido de los míos con garras y colmillos. No toques este fuego, te lo advertí, que si alimentas la llama ya no serás capaz de controlarla. No me lastimes, porque mi dolor él es capaz de percibirlo, de hacerlo suyo, al igual como me sucede a mí con él. No me alejes, no me obligues a ser así contigo, no me hagas hacerte daño. Sabes que yo puedo ser muy buena si me lo propongo, no apartes eso de mí, no asesines esa parte que está hecha para las personas que amo y atesoro en lo más hondo y brillante de mi alma.

No es una amenaza, B. Como te dije antes, es una advertencia. No lloraré una lágrima por ti, puesto que sabías podría tener esta reacción si te equivocabas conmigo. No me reproches ni me reclames luego, porque no podrás ablandar mi corazón. No digas que soy injusta, porque no lo soy. Si quieres ganarme de vuelta... Tendrás que obligarme a confiar en ti de nuevo. Sabes que me cansé de dar segundas y terceras oportunidades. Y yo no te he dado una ni dos, B, ya van muchas oportunidades que te estoy dando desde hace mucho tiempo.

Y una última cosa que decirte antes de irme, un nuevo consejo para ti:

Si no vas a decir nada coherente o importante, nada que valga la pena... Mejor guarda silencio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario