Puedo verte allí, y te ves hermosa, como siempre.
Quisiera poder aferrar tu mano en estos momentos, pues se que me
necesitas más que nunca en tu vida y yo... No puedo estar a tu lado tomando tu
mano, pero no sabes cuánto me gustaría estar allí, a tu lado,
sintiendo como tu calor se apaga pero luchando porque mi propio calor llegue a
ti como un día fuiste capaz de devolverme de la muerte con
tu cálido corazón.
Ahora, cuando más me necesitas, es cuando soy más inútil...
Quiero tomar tu mano, aunque eso rompa tu magia efímera, y gritarte de
manera que puedas escucharme entre tus pesadillas. Rogarte que despiertes,
rogarte que no dejes de luchar, que no te rindas. ¿Por qué me dejas? ¿Por
qué ya no luchas más?
¡Necesito los latidos de tu corazón para que el mío siga latiendo!
—Cassandra… —tu nombre escapa de mis labios en un susurro, negándome a la
realidad.
Cierro los ojos con fuerza, deseando que cuando los abra nuevamente,
pueda ver tu magnífica sonrisa siéndome regalada como tantas otras veces… Pero
eso no sucederá.
—No me dejes tú también… —otro de mis susurros envueltos en dolor.
Y es que no quiero que me dejes, no quiero que te vayas de mi lado.
Quiero ser egoísta y atarte a mi lado, quiero tenerte entre mis brazos solo
para mi, aunque jamás pude responder tu pregunta o incluso, corresponder tus
sentimientos. Aún así, a pesar de eso…
—No me dejes…
Necesito tu sonrisa efímera, tus ganas de vivir, tus palabras al
anochecer cuando te marchas sin mirar atrás. Necesito tu figura etérea danzando
a mí alrededor, necesito de tu fragancia a jazmín al amanecer…
Te necesito, mi pequeña princesa, hada efímera de mis sueños…
Me pregunto si tmb el sentimiento de necesidad disfrazada de vil egoísmo, es idéntica a la sensación de efímero que le deja la chica. Me parece que es demasiado cruel aunque él no lo note
ResponderEliminarMabe (: