Quienes me inspiran a seguir

martes, 1 de febrero de 2011

Anhelo





Acabo de notar cuan gris era mi mundo sin ti...

He notado que anhelo cada fibra de tu ser con una desesperación desbordante, obsesiva, demasiado loca, enamorada hasta... Hasta no sé donde...

La otra noche te regalé una estrella, esa brillante y lejana que nos simbolizaba juntos, abrazados, amándonos en el lejano firmamento. Y rogué que fuera verdad, que todo fuera verdadero entre nosotros, sabiendo estúpidamente que ya lo es. Somos uno, así siempre debió ser. Las malas decisiones nos alejaron, marchitaron nuestro amor que pudo ser mejor en otro tiempo, pero que dejamos pasar. Se fue nuestro barco, no pudimos alcanzarlo...

Nadamos contra la corriente del olvido, aún ahora cuando mi silueta es recortada por la luz brillante del sol en el atardecer y tú, curiosamente, solo puedes recordar eso, una silueta.

Cada día me esfuerzo para que me notes, para poder brillar con tanta intensidad en tu vida como tu lo haces en la mía. A veces siento deseos de rendirme, de gritar que te amo, que este amor es demasiado para mi y para mi congelado corazón.

Otras veces siento que he avanzado tanto que es imposible calcular la distancia, pero me siento irremediablemente más cerca de tu corazón. Ese corazón grande tuyo, cálido como la más agradable tarde de verano, delicioso... Delicioso como solo tú puedes ser, demasiado para ser comprendido.

Pues, aquí me encuentro otra vez, sola, anhelando tu sonrisa, anhelando tus besos y caricias, tus "te quieros" y "te amos", anhelando todo de ti.

¿Que cómo me convertí en esto?

No lo sé, tampoco quiero saberlo, solo quiero olvidarme del mundo y perderme en tus brazos, esos brazos que conozco tan bien.

¿Que dónde quedó Katherine Rebecca Sturms?

Se fue lejos, nadando con la corriente, tratando de alejarse del amor, de ese amor tuyo al que irremediablemente a veces le temo.

¿Y tú?

Tú sigues igual. La misma sonrisa, los mismos ojos negros, el mismo cabello como el oro brillante, líquido y platinado a la vez, algo indescriptible. Continúas teniendo ese garbo que amaba (amo) y admiraba (y aún admiro), ese caminar altanero pero que es tan humilde que parece estúpido nombrar ambas cosas en la misma frase.

Continuaré aquí, anhelándote ansiosamente, esperando tu regreso con ansias infinitas hasta que volvamos a abrazarnos y me recuerdes que yo también soy real, que esto no es un sueño loco ni mucho menos, que me amas como yo te amo a ti.

Me gustaría que me anhelaras de la misma manera, que me lo dijeras una mañana, una tarde o una noche, pero me encantaría escucharlo de tus labios. "También te anhelo desesperadamente".

Te amo, pero debemos esperar hasta el anochecer para volver a amarnos con esta pasión desbordante...

Te amo...

Y te anhelo...

1 comentario:

  1. que hermoso texto en el que puedo admirar y tal vcez recordar mi pasado, gracias por este hermoso texto , y sigue asi
    te quiero mucxho
    cuidate
    ^_^

    ResponderEliminar