Quienes me inspiran a seguir

miércoles, 27 de febrero de 2013

Nuestra Historia


Nunca creí que fuésemos solo nosotros dos en todo el universo. Ciertamente me había dado cuenta, incluso, que no estaba completamente sola en este oscuro y abundante espacio que no está ubicado en ningún lugar, pero que lo abarca todo.

Apareciste como invocado. De pronto me encontraba observando la oscuridad, preguntándome si en realidad todo era negro o si, en cambio, era yo quien estaba ciega. Y al segundo siguiente estabas tú, brillando con tanta intensidad que me dolió la vista.

He conocido historias iguales a esta, o tal vez muy parecidas. He visto el eterno e imposible amor entre Antares y Casiopea, destinados a amarse a gritos. Obligados a construir un puente de razones absurdas para permanecer juntos por un momento más. He visto el amor de tantas otras estrellas en el universo, incluso ante mi ceguera, que me parece increíble que nuestra historia sea así de concreta.

Así de tangible y a la vez de imposible.

Y ahora tú te acercas a mí, con una sonrisa implacable y hermosa. Y yo no te pongo caras malas ni gruño en desacuerdo, a pesar de saber que lo nuestro es, en cierta medida, imposible. Lo único que hago por ti, por mí, por nosotros es estirar mis manos en tu dirección, esperando que tus dedos se entrelacen con los míos.

Porque he soñado incontables veces el momento en que el universo nos permita estar juntos. Porque he anhelado incluso desde antes de tener consciencia el momento en el que llegas, derribas mis murallas, barres los escombros y me cobijas bajo tu calor y tu manera de ser.

Porque me haces feliz y me devuelves la calidez, Rigel...

No hay comentarios:

Publicar un comentario