Quienes me inspiran a seguir

domingo, 29 de abril de 2012

Imperfecta


Siempre terminas marchándote hacia algún lugar en el que no puedo alcanzarte, y sabes que eso me duele más que hasta tu rechazo. Sabes que eso me destroza por dentro, pero también sabes que jamás te lo diré, así que serás lo suficientemente egoísta como para sonreír, besar mi mejilla e irte otra vez, dejándome con el alma quebrada y el corazón en el suelo. Pero hoy se acabará eso, te lo aseguro... Porque soy el único hombre que sufre por amor, que sufre por TÚ amor. Y pareces no darte cuenta de eso.

Hay algunas cosas que están mejor olvidadas —dices, sonriendo otra vez mientras tu grupo de amigos nos observan desde la distancia—. Las enterramos en lugares donde solo nosotros podemos visitar.

Oh, y tú fuiste una versión como ninguna
Ellos nunca te dijeron qué hacer,
cuando todo lo que ves se ha ido...

¿Cuál es el sentido de todo esto, cuando está mal? —te pregunto, sintiendo como solo tu mirada es capaz de destrozarme una y otra vez.

Y pareces ser de acero o de hielo, parece que nada te importa, ni siquiera yo. Y entonces me pregunto, ¿en realidad te importé alguna vez? ¿En verdad me quisiste como dijiste quererme? ¿En verdad te importa tan poco lo que pueda sucederme si tú no estás? Porque yo sin ti soy solo un cuerpo vacío, porque tú te llevas mi corazón en la maleta cuando desapareces por largas temporadas...

Te quedas solo un segundo más, meditabunda, antes de volver a mirarme con esa seriedad aplastante tuya. No sé porqué me haces esto, si yo te amo tanto. Separas tus labios sonrosados, esos que una vez se abrieron para mí, solo para hablarme con ese tono frio que utilizas conmigo desde hace mucho tiempo y del que yo apenas comienzo a percatarme.

Oh... ¿Qué quieres saber? —preguntas, y a lo lejos puedo escuchar a tus amigos reír. Tal vez se burlan de mi expresión anonadada.

¿Quieres saber cuantas veces me hice añicos, porque tú no estabas aquí? —exploto esa pregunta de pronto, sorprendiéndome.

Oh... —pones cara de que no te importa, dejando la sorpresa inicial solo para sorprenderme de nuevo a mi— ¿Qué quieres saber?

Y yo vuelvo a explotar otra vez, porque nada parece importarte en realidad. Solo te interesa tu imagen, tus amigos que nos observan en la distancia, riéndose de mi y de este amor loco que siento hacia ti, que eres más de lo que pude pedir y lejos mucho más de lo que puedo soportar.

¡¿Acaso te hará sentir viva saber que tuve que morir para dejarte ir?!

No pareces escucharme en realidad pues, de nuevo y como muchas otras veces antes, simplemente te acercas a mi, besas mi mejilla con suavidad y te marchas. Lo haces todo tan bien, tan imperfectamente bien que yo no puedo hacer nada más que amarte con una locura sin motivos ni razones. Me has hecho amarte hasta que cada latido de mi corazón simplemente es dirigido hacia ti, que eres sorda a mi llamado y muda a mis plegarias.

Detenme, me encontré a mi mismo cayendo
Una historia se reescribe,
así que una blasfemia es permitida una vez más

Ya todos ustedes se han marchado, tú entre ellos, entre esas personas que dicen ser tus amigos, que dicen amarte, pero que no saben nada de ti. Porque yo lo sé todo de ti, porque tú has sido mi único amor y siempre lo supiste. ¿Te aprovechaste de mi ingenuo y puro amor hacia ti? No lo sé pero... Aún así te amo con una fuerza casi desgarradora. Tanto te amo, que soy capaz de gritarlo aquí y ahora, cuando el sol se esconde y solo me queda la sombra de tu recuerdo... Si acaso...

Oh, y tú fuiste tan perfectamente imperfecta
Ellos nunca te dijeron que hacer,
cuando todo lo que tienes son mentiras
¿Cuál es el sentido de todo esto, si solo es un adiós más?

Nuestra charla se repite en mi cabeza. Tus gestos, la forma en la que me mirabas, tus mejillas sonrojadas por el sol de la tarde. No puedo ser tan masoquista como para sufrir por tu amor cuando una vez más te has ido. Y aún así sigo sufriendo por tu imperfecto amor hacia ti y por lo unilateral de todo esto. Yo sufriendo, yo amando, yo aquí para siempre esperando que vuelvas, a pesar de que siempre terminará en un adiós más. ¿Vale la pena, entonces?

Oh, ¿qué quieres escuchar?
¿Quieres saber cuantas veces me hice añicos porque tú no estabas aquí?
Oh, ¿qué quieres saber?
¿Acaso te hará sentir viva saber que tuve que morir para dejarte ir?

Sé que es más sano el dejarte ir, pero siento que no estoy preparado para dejarte. Incluso tu imperfección al amar me hace amarte cada vez más. Incluso tus gestos cuando todo está mal y quieres hacer creer lo contrario me enamoran más de ti. ¿Y qué hago yo sin ti, sin tu perfecta imperfección rodeando mi mundo?

Oh, ¿qué quieres escuchar?
¿Quieres saber cuantas veces me hice añicos porque tú no estabas aquí?
Oh, ¿qué quieres saber?
¿Acaso te hace sentir viva saber que tuve que morir para dejarte ir?

No estoy preparado para ese adiós aún, para el adiós definitivo. Dime, ¿qué debo hacer para...

Finalmente dejarte ir...?

2 comentarios: