Quienes me inspiran a seguir

lunes, 23 de abril de 2012

Escudo



Siempre vas por la vida sacrificándote por los demás. Siempre vas con el arma por delante y la fe cargada a modo de balas. Siempre vas con una espada al cinto con la inscripción de "valor" en su hoja. Pero entonces yo me pregunto... ¿Dónde está tu escudo...?

Todos necesitamos un escudo, incluso tú, que crees ser indestructible y poder salir siempre bien librado de todo lo que te pasa. Todos necesitamos una protección extra para cuando las balas rugen por atravesar el kevlar, todos necesitamos un escudo que nos proteja del fuego del dragón o de los cohetes y granadas que vienen contra nosotros. ¿Porqué tú no portas tu escudo, caballero?

No eres indestructible, no puedes pelear contra todo tú solo, no puedes solamente ir a morir porque crees que así arreglas todos los errores que hemos cometido en el pasado... Aunque a veces yo sea incapaz de recordar lo que nos sucedió.

¿Acaso olvidaste tu escudo?

—A veces es necesario morir por la "princesa"...

¿Acaso no quieres usarlo?

—Hay que hacer sacrificios en momentos determinados...

¡Pero portar un escudo no significa que seas débil, significa que tienes algo que defender!

—No necesito un escudo si puedo sacrificarme a mí mismo...

¡Pero no quiero un sacrificio, quiero tenerte junto a mí!

—Solo somos amigos y uno a veces debe hacer sacrificios por esa amistad...

¡Puedo ayudarte a ocuparte de tus problemas!

—Tú debes quedarte quieta y esperar un buen resultado...

¡¿Acaso no ves que yo también puedo ser escudo?!

Quiero ayudarte, quiero ayudarme, ¡quiero ayudarnos! ¿Porqué no aceptas de una maldita vez lo que tengo que ofrecerte? ¿Porqué no quieres ver lo que está frente a tus ojos? ¿Porqué no podemos simplemente ser como cuando nos conocimos, aunque sea solo el recuerdo de un tercero lo que yo sepa? ¿Porqué no me aceptas como amiga?

Soy tu amiga... Quiero que olvides que soy frágil porque no lo soy. Yo también tengo algo que defender [nuestra amistad] y no quiero que me hagas a un lado de manera egoísta mientras acabas con tu vida.

Por favor, S., déjame ayudarte...

S., déjame ser tu escudo, aunque sea una vez...

Con Cariño, E.

No hay comentarios:

Publicar un comentario