Quienes me inspiran a seguir

sábado, 20 de junio de 2015

Permitir


Me permito extrañarte esta noche fría, noche en que la temperatura marca cuatro grados que siento como si fueran diez bajo cero. Me permito pensar en ti con los ojos abiertos y escucharte en cada parpadeo, como si realmente me susurraras al oído. Me permito ser yo, sin ti, pero en el fondo contigo.

Si pudiera permitirme más que ilusiones y quimeras, me permitiría un abrazo tuyo para ahuyentar esta soledad, así como un beso que calme los latidos de mi corazón y me deje sin aliento para suspirar. Si pudiera permitirme tu cercanía, haría que los centímetros de distancia, tan abismales y terroríficos, quedaran reducidos a una ilusión hecha sombra del dolor que siento ante los océanos y continentes que nos separan.

Por otro lado, te permito marchar, aunque eso pese en mi alma. Te dejo marchar si es lo que anhelas, y quedarte si es lo que deseas. Te permito decir hola o adiós, según lo que tu corazón dictamine y sin que sientas culpa porque las cosas se acaben o comiencen de una manera diferente. Te permito ser franco, y tal vez mentiroso, si es que eres capaz de mentir por piedad. Te permito sacar mi lado dulce, así como te permito decirme que me calle cuando estoy siendo demasiado grosera...

Pero lo que nunca te permitiré es que me engañes. Porque yo jamás me permitiría engañarte. Porque engañarte sería engañarme a mí misma. Y engañarnos a ambos sería romper nuestro lazo indestructible, tan indestructible que ni la distancia ni las peleas permiten que se rompa.

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