Quienes me inspiran a seguir

domingo, 14 de junio de 2015

Sí, quiero

Sí.

Acepto que soy una mujer ruda, dura, llena de defectos, insegura e insatisfecha, pero bastante loca. Loca por querer decir que sí, y hacerlo. Loca por haber dicho que no sin arrepentirme ni una sola vez antes. Loca por haber esperado aún cuando se me pedía siempre un poco de riesgo.

Sí, acepto que soy cautelosa, pero esa misma cautela me ha llevado a donde estoy ahora. A decir: Sí, quiero.

Sí, quiero. Tomo el desafío de enseñarte y que me enseñes, de gritarnos con cordialidad y de hablarnos con crudeza. Tomo el anhelo entre mis manos de querer ver el mundo a través de tus ojos y que tú veas el mundo a través de los míos. Tomo el riesgo de entregar mis ganas, y de cuidar las tuyas, esperando dar la talla.

Sí, quiero. Espero que me digas las verdades de frente, que no haya mentiras blancas, ni negras, ni rojas, ni mucho menos piadosas. Espero un poco de afecto por cada gota de amor y un abrazo cuando mis manos te busquen. Espero una sonrisa en medio de la noche, pues yo sonreiré hacia ti cuando las pesadillas aquejen. Espero que lo nuestro sea recíproco.

Sí, quiero. Acepto tu amor como una ofrenda, como un regalo, como una bendición sin dios ni salvador. Acepto tu forma de ser, infantil y enérgica, y acepto que no puedo darte más que un alma vieja llena de experiencia.

Sí, quiero. Te quiero, te quiero, te quiero. Te quiero en la salud, pero más en la enfermedad. Te quiero en los altos, pero sobre todo en los bajos. Te quiero en las risas, pero sobre todo en las penas. Te quiero en tu adversidad y en la mía, porque es cuando más deberemos demostrar amor y compromiso.

Sí, quiero. Quiero tu cariño, tu amor y hasta tu dulzura. Quiero la diabetes y la falta de latidos, los alientos que se escapan y los suspiros cursis. Quiero que me soportes, porque no será en vano. Quiero tu compromiso así como yo estoy comprometida contigo. Quiero, quiero, quiero.

Sí, quiero. Seamos egoístas el uno con el otro. Demostremos nuestros celos sin medida y hablemos sobre ello, pues es confianza y eso quiero. Tu confianza y la mía, formando la nuestra, una confianza con la forma de un universo en que las estrellas son tus ojos y los míos al encontrarse en las sombras.

Sí, quiero.

Quiero estar contigo y que quieras de la misma forma estar conmigo.

Sí, quiero.

Quiero un tú, conmigo. Para siempre. Así dure cinco segundos más.

Sí, quiero.

Quiero sentirme enamorada. Y quizás, si la vida lo permite, permanecer así.

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