Soy tan estúpida
por quererte de esta manera… Pero ya se acabó. No volveré a caer en tus redes y
esta vez es definitivo. Porque me he cansado ya, para que sepas, a ver si te
grabas esto en la cabeza. Me hiciste más daño del que nadie antes me ha hecho,
creaste un mundo de ilusión para mí y no una, sino dos veces, lo que es peor.
Creaste ese mundo pseudo perfecto solo para destruirlo con tu absurda manera de
ser y de amar. Aunque estoy segura que no amarás nunca a nadie de verdad, estoy
segura que jamás conocerás el verdadero significado de la palabra amor.
Quiero que sepas
que sí te amé, y que lo hice de verdad. Las dos veces anteriores lo hice, creí
en tus palabras y creí en que lo que sentías por mí era más que un capricho. Mi
error, lo acepto. Pero como dije antes, no volverá a pasar.
Voy a demostrarte
que puedo vivir sin tu amor, que puedo vivir sin ti. No te necesito para ser
una mujer completa, Leo. Voy a demostrarte que puedo vivir en mi propio mundo
frio y solitario sin sentir dolor o arrepentimiento, porque quien se arrepiente
es doblemente miserable. Y yo no me arrepiento ni de haberte conocido ni de
haberte dado más oportunidades que cualquier otra persona en el mundo. No me
arrepiento de nada pues gracias a lo que pasó corroboraste las palabras que
negué de mi mente por tanto tiempo.
No vales la pena,
jamás lo valdrás.
Tal vez un día
pueda arrancarte por completo de mis entrañas. Tal vez un día dejaré de sentir
este sentimiento insano y autodestructivo que siento por ti. Hasta ese momento,
seguiré viviendo como hasta ahora he vivido. Sin ti y feliz de esa manera.
Leo, si te veo de
nuevo algún día, en el lugar que sea, quiero que sepas que ni siquiera me
percataré de tu presencia. En cuanto nuestras miradas se crucen, será como
mirar un estorbo en el camino. Serás peor que la basura, apestoso y molesto.
Que agradable sensación es esta del rencor, no entiendo porqué la negué por
tanto tiempo…
Leo
la vio en la distancia, escuchando por milésima vez el mensaje que ella le
había dejado en el móvil. Su voz era fría y distante, incluso un poco risueña.
Rebecca tenía el cabello más largo que la última vez en la que la había visto.
Sus gafas eran diferentes y el color de su cabello también. Se veía como una
mujer indestructible. Quiso acercarse a ella, pero sintió miedo. Miedo de lo
que podría pasar si se acercaba y le pedía una nueva oportunidad, aunque fuese
como amigos. Aunque sabía que ella no le perdonaría. Por eso cruzó la calle y
evitó que le viera, por temor a lo que podría pasar si se encontraban otra vez…
Me ha gustado mucho este final, sobre todo por lo realista que ha sido. Me encanta que Rebe al final le haya dicho todas sus verdades a la cara, y que él se entere que no se juega de esa manera con las mujeres!
ResponderEliminarMabel :B